Me Lleva El Diablo 8 de octubre
Alianza de cristal en el Congreso federal, esta estrellada y la próxima semana, de una u otra manera se romperá.
El PRI en el Congreso de la Unión pone en venta sus votos a Morena, a AMLO, igual que en Querétaro en la pasada, y presente legislatura local, lo hacen, pero con el PAN.
Va por México, conformada por PRI, PAN y PRD, que compitieron en la pasada elección del 6 de junio, y que se refrendó hace poco en la Cámara de Diputados Federal, está en riesgo, pues con la mano en la cintura el presidente Andrés López Obrador ha fisurado esa coalición, que, entre otros objetivos, se firmó para evitar la desaparición de órganos autónomos, como se pretende hacer ahora con la Comisión Nacional de Hidrocarburos y la Comisión Reguladora de Energía, en la contrarreforma energética de la 4T.
Faltan poco para que la propuesta de reforma eléctrica sea votada en el Pleno de la Cámara de Diputados, pero el presidente, al que le faltan 57 votos, ya sembró, infiltró en la alianza la cizaña, la confrontación entre los aliados, que ya se miran con desconfianza a un mes escaso de haber iniciado la actual Legislatura.
Les pone agenda el Ejecutivo Federal a los legisladores federales, bastó que AMLO emplazara al priismo a definir su voto para que panistas y perredistas cayeran en el garlito,
Reaccionaron inmediatamente y alarmado acusan de recibo a la presión presidencial con el amago de romper la alianza con el PRI, si éste vota a favor de la iniciativa. Como si eso le preocupara al PRI, a la dirigencia del PRI, partido que anda más muerto que vivo en el país.
Obvio es decir que los perredistas se mueven no para ser oposición al gobierno federal, si para ver si en una de esas los llama AMLO, y claro que los “chuchos” acudirían de volada moviendo el rabo.
Pero no, el preferido es el PRI, que seguramente dividirá sus votos, algunos en contra, pero otorgara los suficientes para que pase la reforma, esa es una opción del PRI, que no vote en bloque, sino que se fracciones: a favor y en contra.
Mal hace el PAN en presionar al PRI a definirse, haciéndole segundas a AMLO, porque hasta el momento, ni el dirigente nacional del tricolor, Alejandro Moreno, ni su coordinador de bancada, Rubén Moreira, han dicho si sus 71 diputados votarán a favor, en contra o en abstención la contrarreforma, pero los azules, de Marko Cortés, y los amarillos, de Jesús Zambrano. actúan como si fuera un hecho la entrega de esos votos a Morena.
EL PAN tiene miedo de quedarse solo, y tienen razón en defender la alianza, porque es una de las vías para competir en el 2022, primero, y llegar fuerte en el 2024, pero de ahí a presionar al PRI para obligarlo a ventilar públicamente su acuerdo o desacuerdo hacia la nueva reforma, igual que lo hace AMLO, con de anticipación, sólo provoca que los mercenarios tricolores encarezcan su voto en San Lázaro, como siempre ha hecho.
Morena y aliancistas se pelean al PRI como si fuera la última Maruchan en oferta.
Se olvidan de otros partidos como al Verde, aliado de Morena, y no le exigen nada; nadie exige a los verdes, ni a Movimiento Ciudadano adelantar el sentido de sus votos, aunque esos partidos aprobaron en 2013 la reforma del entonces presidente Enrique Peña que ahora se busca aniquilar.
Por lo pronto Alejandro Moreno, dirigente nacional del PRI, diputado federal plurinominal y ex gobernador de Campeche, tiene en sus manos la impunidad, ya que la morenista Layda Sansores, gobernadora de Campeche y enemiga de Alito, pero incondicional de AMLO, trabaja para encontrarle “algo” a Alito, y bueno, otorgar 57 votos por impunidad que más da, igual que Moreira, otro que busca pasar desapercibido para la justicia.
Desde Campeche, Layda Sansores está más que dispuesta a hurgar entre las cuentas del exgobernador y llevarlo a la cárcel si es posible;
Mientras los diputados queretanos, todos de Acción Nacional, se desgañitan en entrevistas en medios, manifiestos en sus redes sociales, contra el gobierno federal, cuando lo único que hace el PAN al presionar al PRI es que se venda más caro.
Igual que en la entidad, pero para el PAN.
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