Van por la destitución del dirigente nacional y de la estatal del PRI

Me Lleva El Diablo 9 de junio 2022

 

Resultado de las elecciones del pasado domingo en 6 estados, militantes del PRI andan que no los calienta ni el sol azteca del PRD, porque ambos partidos pierden hasta el registro en algunos estados. Ambos partidos ya ni siquiera sirven para sostener la Alianza Por México.

El PRD no tiene problema, nadie quiere la chatarra que representa, pero en el PRI ya hay voces que demandan la renuncia del dirigente nacional Alejandro “Alito” Moreno.

Mediante un comunicado, el Frente Nacional “Democracia y Justicia Social”, encabezado por Fernando Francisco Lerdo de Tejada Luna, José́ Encarnación Alfaro Cázares y José Ramón Martell López, emitieron un comunicado en el que establecen que es necesario un cambio en la dirigencia nacional del Revolucionario Institucional, se revisen las estructuras y se elabore un nuevo proyecto de nación.

“Es evidente que la Dirigencia Nacional del Partido no ha podido cumplir con su responsabilidad primaria que es ganar elecciones; y en cambio ha asumido una visión patrimonialista, con una actitud excluyente, autoritaria y centrada sólo en intereses y ambiciones personales, constituyéndose, además, en motivo de bochornosos escándalos que afectan nuestra imagen y prestigio”

 

Tienen razón los demandantes.

 

Piden la inmediata renovación de la Dirigencia Nacional, a fin de iniciar una nueva etapa incluyente y de amplios consensos, para enfrentar los tiempos cruciales que vienen.

 

Y de una vez le quitan el discurso legaloide a Alito al comentar que no se trata abrir un debate sobre periodos estatutarios de dirigencia; es una consecuencia del balance de resultados frente a los retos inmediatos; es una cuestión de ética política, de honestidad responsable, de dignidad y de atención al interés superior del Partido.

 

Y por si fuera poco les pegan a los estados, a Querétaro al poner en la mesa que se revise la integración del Consejo Político Nacional y de los Consejos Estatales, a fin de elegir de forma incluyente, los órganos de gobierno del Partido.

 

Cabe recordar que en la entidad Abigail Arredondo fue impuesta por Alito, lo que ocasiono otra ola de desbandada de militantes, la primera ola de abandono del PRI estatal se dio en la pasada elección donde cientos de inconformes salieron del otrora partidazo por la imposición, otra vez, de Abigail Arredondo como candidata al gobierno del estado lo que llevo al tricolor al más bajo nivel de votación en su historia, a alcanzar a penas un 7 por ciento, lo que pone en riesgo que en el 2024 ni siquiera alcance el registro local.

Al escenario interno del PRI súmele que, como consecuencia, ahora el resultado estratégico para la oposición se localiza en la conclusión de que el PRI y el PRD perdieron ya todos sus vestigios de representatividad política y se convirtieron en un lastre para la nueva alianza de la derecha.

En consecuencia, el bastión neoconservador panista se está concentrando en la zona geopolítica e histórica del centro de la República: Jalisco y Nuevo León vía una alianza con el neoconservador Movimiento Ciudadano y el eje Guanajuato-Aguascalientes-Durango.

Sin un acuerdo orgánico – al momento- entre el PAN y MC y el desplazamiento del PRI y el PRD, los escenarios de la alianza opositora para las dos gubernaturas de 2023 y las nueve de 2024 serán menores y Morena mantendrá la continuidad presidencial cuando menos un sexenio más.

 

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