Me Lleva El Diablo 1 de febrero
Roberto Sosa, el incondicional de Ricardo Anaya, el edil de Corregidora se desvanece con sus programas sociales con olor a corrupción entre una pobre imitación del populismo de la Cuarta T y una falsa convicción de subsidiariedad panista.
Nuevamente el municipio de Corregidora empezó su campaña de regalar tenis de mala calidad y que va de la mano con la campaña de reelección de Roberto Sosa.
Sin que existan clases presenciales, cuando los jóvenes están en confinamiento, el edil ordena la reactivación de su programa de “Paso a Paso, Avanza Contigo”, y se da justo en momentos que hará su registro como precandidato a su reelección, mejor dicho, que utiliza los recursos del erario para promoverse.
En 2019 al municipio de Corregidora le costó 4 millones 830 mil pesos la adquisición de 21 mil pares de zapatos tenis escolares de piel vacuno para supuestamente en beneficio de los estudiantes de Corregidora, pero todo fue una simulación.
Roberto Sosa lucra de dos maneras: paga los tenis como si fueran de cuero y los recibe de material sintético, como lo observo la Entidad Superior de Fiscalización.
Además de los 21 mil pares de tenis no entregaron a los beneficiarios más de 2 mil, un 10 por ciento de los tenis comprados no llegaron a sus beneficiarios.
Mientras que el gobernador Francisco Domínguez llama a la unidad de las y los queretanos para vivir con mayor certeza el año 2021, anteponiendo siempre la salud, y anuncia apoyos con recursos estatales por 25 mil pesos para el sector restaurantero y por 35 mil pesos para los grupos teatrales, como un esfuerzo adicional para coadyuvar a la recuperación económica del estado, lo presidentes municipales le llevan la contraria, como es el caso de Roberto Sosa.
Y decíamos que mientras el gobernador del estado anuncia apoyos reales a los restauranteros, prestadores de servicios hasta por 25 mil pesos, y a los teatrero de 35 mil pesos, en una sola exhibición, Roberto Sosa hace negocios con los tenis.
Y vaya con estos panistas tan sutiles que andan en la compra del voto con los programas sociales.
Como sucede con los “operadores” que tiene el edil Sosa -como el testimonio que se difundió en redes sociales de “Jesús Moya”- que tienen la encomienda de juntar de 10 a 15 personas para peinar las secciones, como es el caso de la sección 115, de San José de los Olvera donde los panistas, se presentan haciendo campaña electoral con los calentadores solares del municipio.
O como el caso de “Mauricio”, un operador que nos da santo y seña, y que por obvias razones no ponemos su nombre real, y quien nos dice que tiene trabajo en el Municipio de Corregidora, aunque él vive en el de Querétaro, y le pagan por juntar credenciales de elector de gente que vive en Corregidora, para “gestionar” beneficios de programas sociales.
O el condicionamiento de obra educativa a cambio de 100 o 200 fichas de inscripciones que pide la Presidencia Municipal – como lo dijo un director de plantel del que igual nos reservamos el nombre- por construir aulas en educación media, en escuelas del ámbito federal.
¿Y el IEEQ? En la complacencia total.
Pero hay más de Roberto Sosa, falta los moches en obra pública, los cambios de uso de suelo, la opacidad en el gasto de “combate” a la pandemia”, lo del auto cinema, del negocio que son los parques públicos con la concesión para regarlos. Hay más, mucho más del edil de Corregidora.
¿Le estarán tendiendo la cama desde el PAN, desde el Palacio de la Corregidora a Sosa, al incondicional de Ricardo Anaya?
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