¿Qué diablos pasa en la UAQ?

 

Me Lleva El Diablo 6 de octubre de 2022

¿Qué sucede en la UAQ?

Se cumplen 8 días del legitimo paro de la comunidad estudiantil de la Universidad Autónoma de Querétaro, que inicio para protestar por la violencia de género que se ejerce en la Máxima Casa de Estudios.

La demanda, la protesta por la que inicia el paro es clara: resolver el tema de la violencia de género, pero todo sigue igual que el viernes, cuando se tenia claridad sobre el por qué del paro: la falta de atención, o de resolución al problema de la violencia de género derivado del patriarcado.

Han pasado los días, el asunto se ha enredado, se ha enrarecido, a tal grado que no existe aún un “pliego petitorio” por parte de los paristas, cuando, repito, el viernes se tenía muy puntualmente el porqué del paro.

Qué sucede en la UAQ, es la pregunta que todos nos hacemos.

Fuera manos de la UAQ, dijimos en este espacio el lunes 3, pero parece, todo indica que la raíz del movimiento estudiantil en la Universidad Autónoma de Querétaro se tejió a través de una alianza maquiavélica entre grupos políticos internos y externos.

Todo parece indicar que lo único atinado de esta estrategia fue la bandera, que es un problema de contexto nacional y que localmente el estado lleva a cuestas el primer lugar del país en violencia de género, y que en el que la UAQ -dentro de sus capacidades- tiene que avanzar, como lo demandan los paristas.

Porque esa era, y es la demanda, o ¿no?

Pero hay tres posiciones muy bien ubicadas en este conflicto: el de la legitima demanda de la comunidad estudiantil para resolver el tema de la violencia de género; y el que soterradamente ha querido desplazar esa demanda legitima por otra puramente política y llena de intereses, como es la de la destitución de la rectora.

El otro discurso, un tercero, es el del silencio, principalmente de los maestros, – principalmente de los de Ciencias Políticas, donde inicio el paro- que son los señalados de violentar a los alumnos, su evasivo y ominoso silencio es cómplice con la mano que mece la UAQ,

Hasta el día de ayer miércoles, se sabía entre gente del movimiento que el pliego estaba ya terminado, pero por instrucciones de la mano (o las manos) que mecen la cuna, se les indicó a los mensajeros que tienen al interior del Comité de redacción de estudiantes que siguieran atrasando el documento.

Entre los argumentos más falaces se encuentran dejar las instalaciones con las pintas y el vandalismo que hoy tienen, de forma permanente.

Dejar las pintas permanentemente, ¿es una demanda que solucionará o combatirá la violencia de género?, no lo creo, lo que si creo es que es una demanda para enredar el tema y no llegar a una solución.

Un nuevo elemento se asoma al discurso en el conflicto: el señalar a los medios de comunicación como criminalizadores de los actos de los estudiantes, un discurso para confrontar y mantener argumentos falaces para victimizarse, cuando la realidad es que la información que se ha dado en los medios es la oficial, institucional, que se genera por parte de la UAQ y el Comité de Facultades

¿Seguirán siendo los estudiantes carne de cañón de los intereses políticos externos o realmente comenzarán a tomar la batuta del movimiento?

La comunidad estudiantil de la Universidad Autónoma de Querétaro merece respeto y una respuesta concreta a su legitima demanda de erradicar, combatir la violencia de género y con ello la impunidad con que se mueven los agresores.

L a comunidad universitaria merece atención en su demanda de mejores instalaciones, de creación y fomento de la infraestructura, pero ese tema es harina de otro costal, que nada tiene que ver con la demanda principal: la erradicación de la violencia de género y castigo a los depredadores.

La comunidad estudiantil agraviada, no merece ser más agraviada con la politización, con el caos que generan los grupos que solo persiguen fines aviesos y que para nada les importa la solución que demandan el estudiantado.

Toda lucha, competencia, por el poder dentro de la UAQ es legítimo, siempre y cuando se haga de frente, de manera legal y transparente, no como se quiere hacer ahora: tratando de usar a los estudiantes, que si tiene demandas muy legitimas.

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