En el mundo, en los Estados Unidos, en México y por obvias razones en Querétaro, la desaceleración del gasto de los consumidores, el principal motor de la economía se suma a la creciente preocupación por las perspectivas económicas.
La confianza de los hogares se encuentra en un mínimo histórico, los temores de recesión aumentan y el mercado laboral, aunque sigue siendo sólido en EU en México y Querétaro, muestra algunos primeros signos de debilitamiento.
Ni los más pesimistas en Estados Unidos esperaban que la inflación de junio fuera superior a 9 por ciento y resultó de 9.1 por ciento.
La inflación de Estados Unidos se aceleró en junio más de lo previsto, lo que pone de relieve las implacables presiones sobre los precios que mantienen a la Reserva Federal encaminada hacia otra gran subida de tipos de interés a finales de este mes.
El índice de precios al consumidor subió 9.1 por ciento respecto al año anterior, la mayor ganancia desde finales de 1981, según mostraron datos del Departamento de Trabajo este miércoles.
El indicador de inflación ampliamente seguido aumentó 1.3 por ciento respecto al mes anterior, la mayor cantidad desde 2005, lo que refleja mayores costos de gasolina, vivienda y alimentos.
Los precios en las gasolineras del país alcanzaron un máximo de más de 5 dólares por galón a mediados de junio y agregarán al menos 0.5 puntos porcentuales al avance mensual general del IPC.
En el caso de México los comestibles presionaron a la inflación en México para ubicarse en 7.99 por ciento a tasa anual en junio. El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) continuó con su tendencia alcista en junio de 2022, alentada por los precios de los alimentos.
La inflación no cesa y se ha ubicado 16 meses consecutivos por encima del rango objetivo fijado por el Banco de México (Banxico).
El control de los precios de las gasolinas ha sido un acierto del gobierno federal, que por el momento ha controlado el impacto inflacionario, sin que ello signifique que no se tenga daños.
Sin embargo, el alza de combustibles es significativo y golpea directamente los bolsillos de los mexicanos, así tenemos que el gas doméstico natural incremento un 23.90 por ciento y la electricidad, la luz como decimos todos, subió un 10.64
Otros daños son, por ejemplo, en la industria en México que ya se estancó en mayo por el impacto de las presiones inflacionarias y de los cuellos de botella en las cadenas de suministro a nivel global; analistas advirtieron el riesgo de que se debilite hacia delante ante un menor dinamismo en la economía mundial, particularmente en Estados Unidos, que disminuirá la demanda de productos nacionales.
La afectación la sentirá, ya la siente, la industria queretana que en mayor parte es maquiladora del sector automotriz de Estados Unidos, y de acuerdo con el presidente en Querétaro de la COPARMEX, Jorge Camacho, el 80% de las empresas -8 de cada 10 – que conforman esta organización en el estado están en un proceso de estabilización,” una especie de estancamiento económico”, se encuentran en condiciones similares a las de 2019.
“Estancamiento económico” que podemos traducir en recesión, así las cosas, en el sector industrial de Querétaro, lo que ha provocado que 11 mil trabajadores perdieran su trabajo en el mes de mayo y junio.
Y no es que uno sea pesimista pero mejor vayámonos preparando para una realidad real, no llena de estadísticas porque a todo ello sume que no ha llovido, con la afectación consecuente a la producción agrícola, de alimentos, la tragedia se completa.
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