Morena, vendaval sin rumbo en Querétaro: no pinta como partido ni como oposición

Me Lleva El Diablo 20 de junio

Pasó desapercibido pero el pasado 6 de junio se cumplió un año de las elecciones para gobernador, que ganó el PAN con Mauricio Kuri, un año de que Morena perdió todo en la entidad, un año de que Morena a pesar de no ganar nada, es la segunda fuerza electoral con sus 250 mil votos, votos que no se reflejan en la actualidad en el partido de AMLO.

También se cumple un año de que Morena no pintan ni como partido ni como oposición: le gana sus luchas internas, no han tenido capacidad para  capitalizar los 250 mil votos que obtuvieron en 2021.

La destitución en Morena de Ángel Balderas Puga es solo el reflejo de la vida interna de ese partido: divido, polarizado, infiltrado, y sin rumbo en Querétaro.

A pesar de no haber ganado nada en la pasada elección, solo uno municipio en la Sierra Gorda, 5 diputados plurinominales, que no son de Morena, y algunos regidores, Morena es la segunda fuera electoral del estado.

A pesar de ser la segunda fuerza política en la entidad, de ser la primera fuerza de oposición, de tener de prerrogativas partidista de 22 o 24 millones de pesos por año que les entrega el IEEQ, a pesar de sus 250 mil votos, Morena no pinta ni como partido ni como oposición en la entidad.

Lo que pasa con Ángel Balderas Puga, es solo, aseguramos, el reflejo de un movimiento que ni es movimiento ni es partido en Querétaro: divididos, polarizados, y destrozándose en luchas intestinas, en luchas internas por el poder que representan las siglas, con una dirigencia ausente y cómplice de las políticas gubernamentales estatales.

Su “troskismo”, son tres y se dividen, decían los viejos militantes de izquierda, los tiene en el fracaso como oposición, no dan una en sus protestas: fracasaron en el tema del reemplacamiento, no logran encabezar, prender en el tema de la ley de aguas, y todo por su divisionismo, porque siempre son los mismo los que se adueñan de las causas sociales: no tiene trabajo con la ciudadanía, no la representan, por lo menos eso ha quedado palpable en sus convocatorias.

Ni la dirigencia local, ni los “lideres sociales” que dicen ser, ni los militantes  “históricos” o los “distinguidos” como Ángel Balderas, tiene capacidad de convocatoria social.

Y aun así se dan entre ellos con todo en redes sociales con el tema de la sanción ¿expulsión? de Balderas Puga; para devorarse unos a otros ahí si los morenos son aguerridos.

Balderas Puga es ave de tempestades, cuestionando en la Universidad Autónoma de Querétaro, principalmente por su paso como dirigente del SUPAUAQ, acusado por sus enemigos de “traidor” a los movimientos sociales, de ser un incondicional del exrector y ahora senador de Morena, Gilberto Herrera y porque dicen que se jubiló con un salario más alto que el de rector.

No se trata de defender a Balderas Puga, para eso él se las gasta solo, si no pregunten en Morena y en la UAQ; tampoco se trata de hacer leña del Puga  caído,  francamente me esa es una de las 50 mil cosas que me andan valiendo; se trata de evidenciar la realidad que vive Morena, realidad que pone de manifiesto su falta de convocatoria con la ciudadana para poder enfrentar como primera fuerza opositora en al entidad  a las decisiones que toma el gobierno del estado, como el reemplacamiento, el tema del transporte, el de la ley de aguas, u otros asuntos de índole social.

Divididos en tribus, como los fundadores, los históricos, los “universitarios”, es decir los grupos de izquierda de siempre, que no saben hacer ni partido, ni política y mucho menos campañas electorales;  infiltrados por priistas, por personajes nefastos que siempre se han identificado por vivir de la grilla,  infiltrados por algunos “panistas”, y súmele a ello la intolerancia de militantes morenistas, que paranoicos ven en los ciudadanos que se acercan a su partido a puro “esquirol” cuando desde su fundación nacieron así: infiltrados.

Destituyen a Ángel Balderas Puga, la resolución de las autoridades federales se da después de las denuncias presentadas por Celia Maya, candidata al gobierno del estado por Morena en la pasada elección, y de ella Balderas Puga solo dijo lo que era vox populi: con Celia perdemos, y perdieron; por Carmen Gómez Ortega, quien se sintió ofendida porque Ángel Balderas dijo a los medos de comunicación que en Morena no había mujeres para encabezar la candidatura a la gubernatura – y no las había ni las hay-, y por Frida Yanitzinsin González Loyola Acosta, por insinuar que la candidatura de dicha militante se dio por favores a su padre, Pablo González Loyola Pérez, dirigente de la Unión Cívica Felipe Carrillo Puerto, algo también de todos conocido.

No sé si Celia Maya tenga la calidad moral como militante de Morena, de exponer la expulsión, no lo sé a ciencia cierta si la excandidata sea realmente, igual que Puga, la militancia que requiere Morena, lo que queda cierto es que ambos le hacen daño a su partido.

Acusan de “infiltrado” de esquirol del PAN adentro de Morena a Puga, y tal vez sea verdad tal vez no, pero lo que es cierto es que lo que hacen estos “militantes” al querer hacer una “purga”, solo beneficia precisamente al PAN.

En redes sociales han salido quienes defienden a Puga, y quienes lo tunden, le dan con todo, como era el lema de Mauricio Kuri; con todo.

Reflejando una triste realidad de Morena: no existe ni como partido, ni como oposición, a pesar de ser la segunda fuerza electoral, que no política, de la entidad.

Los que defienden y los que atacan a Puga, son iguales, y no se quieren ver, ambos bandos son dañinos para Morena, un movimiento social sin ciudadanos, por lo menos en Querétaro.

No tiene futuro, al menos que vengan nombres:  hombres y mujeres que sin identificarse con la militancia morenistas, se queden con las candidaturas y ganen, y eso, seguramente va a pasar en el 2024.

 

 

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