Manuel Basaldúa Hernández
Los mexicanos celebramos y hasta nos maravillamos con la llegada de las mariposas monarca que vienen del norte del continente. Los mexicanos celebramos y vemos con gusto la llegada de las golondrinas que vienen del sur del continente. Cuando estamos en una reunión, y la charla se pone amena surgen las preguntas elementales sobre la procedencia de nuestros interlocutores, la mayoría vienen de otros lugares, y se han asentado en Querétaro, y se sientes queretanos por adopción, y hasta son más queretanos que los queretanos por nacimiento.
El Festival de Comunidades extranjeras es celebrada y festejada por miles a donde concurren para observar sus culturas, degustar sus alimentos, comprar sus artesanías, y hasta tomarse fotos con los exóticos ciudadanos de otros continentes. El Festival a final de cuentas, es la expresión de otro tipo de migración, que nos permite diferenciarnos de los otros y reflexionar sobre los que somos nosotros.
A los mexicanos nos gusta lo extranjero, lo lejano, lo de los otros. ¿En realidad si nos gusta? Los mexicanos estamos orgullosos de ser parte de este país ¿En realidad si nos sentimos orgullosos?
Los queretanos son gente trabajadora y recibimos a los de fuera a trabajar y convivir con nosotros. Los que vienen de fuera están agradecidos con los queretanos por compartir esta tierra de oportunidades. ¿En realidad los queretanos si reciben con beneplácito a los de fuera? ¿En realidad los migrantes que llegan a Querétaro si les caen bien los queretanos, no los critican en nada?
La migración de personas se ha convertido en parte de los derechos humanos, la migración ha sido desde tiempos anteriores a la Biblia ha sido una práctica de los grupos humanos de buscar otros lugares donde puedan vivir armoniosamente, con desarrollo y con seguridad de encontrar alimento, trabajo y bienestar.
Desafortunadamente esto no ocurre con muchos pueblos, muchos de ellos con carencias o violencia que pone en peligro su vida, como es el caso del continente africano o de centro y Sudamérica, dentro de los más conspicuos. Migrar es la única opción, y para ello hay que tomar riesgos, muchos de ellos peligrosos que atentan contra su vida y de su familia. Si en África se corre el riesgo de ahogarse en las aguas del mar mediterráneo, en América se corre el riesgo de morir a manos del crimen organizado y de los tratantes de personas a su paso por México hacia Estados Unidos. Los migrantes son la parte más frágil de la cadena humana.
Pero para que la migración tenga sentido de meta y transito debe haber lugares con pueblos sedentarios. Lugares a donde llegar, por donde pasar, pueblos como oasis para saciar la sed y seguir el camino.
Querétaro se ha convertido en un lugar de traslado de ese rio humano de personas que vienen huyendo de la pobreza, la violencia y la miseria humana en la que se han convertido sus lugares de origen, dominados por grupos y gobernantes sin escrúpulos, corruptos o violentos. Hay que ayudar a los migrantes y ser solidarios.
Pero para recibir a los migrantes hay que tener un lugar adecuado, seguro, y con elementos que ofrecer, para ello hay que cuidar de la ciudad, del estado y de su gente. Y esa es la responsabilidad de quien dirija sus destinos y gobierne el territorio en cuestión.
En recientes días, el Gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri emitió una declaración que le valió la crítica y reclamo de algunos ciudadanos, pero que fue bien recibida por muchos otros. En el contexto de la migración que experimenta nuestro país con personas que buscan llegar a Estados Unidos y que pasan por nuestro territorio, y en particular el queretano, Kuri dijo lo queaparentemente fue una declaración políticamente no tan correcta, la que le ganó algunas críticas. Hay que hacer un seguimiento de las personas que vienen de otros países -expresó el mandatario-, porque es preocupante, y agrego que preocupa también que las personas se estén quedando en la entidad porque no se sabe a qué vienen, de donde vienen y porque vienen. La lógica de la política internacional y del sentido común, desde luego ofrece contundentes respuestas a esas preguntas del gobernador. Pero hay que destacar que la preocupación es por proteger a los ciudadanos de su comarca, y se manifestó en este sentido. Primero los queretanos, dijo en esas mismas declaraciones.
En el reducto galo que es la aldea donde habita Asterix y Obelix, Abraracurcix, jefe de la tribu, es valiente y siempre mira por el bienestar de su gente. Lo cuida y defiende de los extranjeros, en ese caso los romanos, que siempre quieren invadir su territorio. Y defiende su aldea con un profundo sentimiento etnocéntrico. Todos los jefes de tribu y los gobernantes quieren lo mejor para su propia tribu. Estarían faltando a su responsabilidad si no lo hacen. Kuri en este sentido, al menos dentro de un mensaje político, así lo hace. Los migrantes son bienvenidos, pero los sedentarios deben estar protegidos. No debe haber mensajes de repudio y sospecha para los migrantes, aunque caigan en la tentación de algún delito.
Si queremos que exista la migración, caminos seguros, y que los migrantes tengan espacios de destino y de paso con buenas condiciones, es importante que mantengamos bien y buenos espacios, y que tengan sentido de pertenencia los pobladores de lugares a donde transitan los migrantes. La mariposa monarca tiene su esencia en la migración, en el cuidado de su entorno y sus lugares de refugio. Migrantes, refugios y agentes huéspedes son la triada necesaria para que sigan existiendo muchos pueblos.
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