Por: Manuel Basaldúa Hernández
La esperada jornada de votaciones con la que se pretendía validar la Reforma Eléctrica propuesta por morena y el Presidente Andrés Manuel López, los Diputados de las distintas entidades regresaron a sus actividades “normales”.
Ante la supuesta embestida de los legisladores oficialistas para evitar que la oposición detuviera tal Reforma, estos fueron a refugiarse a las instalaciones del recinto del Congreso. Y en sus oficinas permanecieron por un poco más de dos días esperando el día de la sesión que exprofeso se tenia preparada para la aprobación o no de la susodicha Reforma.
En el caso de los diputados queretanos, mostraron sus improvisadas camas, y el ambiente de su encerrona. Por medio de las redes sociales mostraron las supuestas incomodidades a las que se vieron sometidos, y que tenían que sufrir a consecuencia de tal encomienda de estar presentes en la famosa votación.
Se mostraron como mártires y como las personas que tenían llevar a cuestas esa penuria. Como personajes de esa leyenda del niño héroe que se lanzó desde el Castillo de Chapultepec. Al inicio de la sesión mostraron sus fotografías en el pleno, luciendo buenos atuendos y una postura jovial y dinámica. Después de la sesión crucial, enviaron fotos en sus respectivas posturas, pero algo desaliñados, incluso con signos de cansancio, ojeras, algo despeinados, con banderas de México como si hubieran tenido una batalla cuerpo a cuerpo en ese recinto. Pero eso si, mostrando la V de la victoria.
Estos mismos legisladores son los que envían mensajes insulsos, vagos y sin relevancia para la ciudadanía. Mientras comen algún antojito callejero, o bien si están realizando una actividad extrema, o en un viaje, en la playa, mostrando el ocio que les permite no trabajar como la gente común. Esta actuación de los Diputados es para proponerse como mártires. Sobre todo, después de una supuesta campaña de odio que ha desatado el partido en el poder, y en lugar de responder con esa misma agresividad, han dado en victimizarse y parecer mártires de la política. Mucho se ha hablado de la afectación del tejido social en los sectores populares de la sociedad. Pero el tejido social entre las clases altas, a donde pertenecen la mayoría de los diputados -aunque algunos provengan de sectores de clase media o baja-, se encuentra intacta de afectaciones, ya que estos únicamente se dedican al culto a su personalidad y no a políticas publicas de impacto y de largo aliento en beneficio de la sociedad.
Para terminar, hago referencia a la hipótesis de Luis Antonio González Tule, académico colombiano que estudio “el comportamiento legislativo en México” en el campo de la investigación de las ciencias sociales sobre la política en México. Y precisamente con un enfoque de representación en la Cámara de Diputados. González Tule refiere que los legisladores solo defienden intereses a nivel nacional y no local porque su partido tiene instrumentos dirigidos necesariamente a mantener el control de la agenda legislativa, en detrimento de lo que se puede lograr con ese mismo impacto a nivel local.
Es por eso que los vemos haciendo esas posturas y modelajes sin impacto en sus localidades, pero con esa especie de “lucha” a nivel nacional. El acercamiento que tienen los diputados con la fuerza del Ejecutivo, los somete en doble sentido, con tal de seguir en la arena política y alcanzar a subir de peldaños, y no por un compromiso social. Las campañas publicitarias que han aplicado a sus carreras con demasiado show mediático nulifican o atenúan las criticas que se hacen por la naturaleza de su inactividad legislativa y la ambición por mantener su camino y existencia en el poder.
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