Neon

Manuel Basaldúa Hernández

 

El miércoles de la última semana de Julio de este año insólito 2021 recorrí mi trayecto hacia mi casa, en parte del recorrido me detuve porque de pronto actividad en una de las escuelas de una colonia popular. Un grupo de cinco trabajadores de la construcción realizaban sus actividades respectivas. La reja descolorida y oxidada estaba abierta de par en par, y en su interior había un telón de fondo que era el pasto muy crecido con algunos arbustos desperdigados en la mayor parte del patio. En medio del predio se amontonaban varios bultos de cemento, un montículo de arena y otro de grava, algunas varillas, así como la herramienta de los “albañiles”.

 

La escuela era un Jardín de Niños. La nave principal tiene un mural pálido y carcomido: un bosque con gruesos arboles y pálido azul cielo con mariposas, abejas y pajaritos. Y en medio de este, sentado en un tronco al oso amarillo Winniethe Pooh con sus amigos Piglet y el burro Igor. En otra nave, con puertas algo oxidadas también y desvencijadas otras, lucen algo sombrías. Pero la presencia de los albañiles augura felicidad por la presencia humana en esas instalaciones que por muchos meses estuvo cerrada y casi olvidada.

 

Frente a la escuela, una papelería con su cortina de hierro hasta abajo, pintada de un blanco opaco con candados mas que cafés por lo oxidado y una cortina de plástico ya raído por el sol es testigo de la jornada laboral de los albañiles. Una tortería también al lado, si esta abierta, donde solamente el dueño, debemos suponer por que porta un mandil blanco, esta sentado en una de las cuatro mesas vacías, mientras lee el periódico escépticamente.

 

Supe, por otro lado, de la conocida de un amigo, que se dedicaba al “transporte escolar” y que al suspenderse las clases se quedo sin trabajo. Con la deuda de la camioneta y sin ingresos fijos, tuvo que vender su transporte y buscar otras fuentes de ingreso. Ni que decir de la señora que vendía dulces en su puesto cercano a otra escuela. La de las nieves, los uniformes, los juegos didácticos, entre otros vendedores que acudían a las escuelas.

 

En fin, toda una cadena económica que bordea el ejercicio de la educación por si misma, sin contar con las demás esferas que se integran a este engranaje. La educación en México no es solamente el simple ejercicio de aprendizaje. Y la cadena de solidaridad es una fuerza que muchas veces no son integradas a esos costos, como las jornadas de los padres para embellecer la escuela, o los propios niños.

 

La ayuda de los padres de familia ha sido importante para solventar algunas cuestiones que el presupuesto para las escuelas, sus rifas, kermesses y hasta trabajo de jornadas ayudan a dar mantenimiento a los edificios.

 

Muchos ven con desesperación el regreso a clases, pero también muestran reticencia y cautela ante este escenario tan incierto. Que los estudiantes regresen a clases será un gran alivio para la economía de grandes sectores de la población. Se pondría en marcha esa gran maquinaria de flujo de dinero que ayudará a las familias a recuperar sus fuentes de ingreso.

 

Pero también hay dos grandes problemas a enfrentar: los inminentes contagios por el virus y una postura timorata por parte de las autoridades de la SEP para señalar una estrategia adecuada para el regreso a clases. Pero ademas, crece la sombra de la duda en este contexto de una austeridad económica por parte del gobierno federal, que ha recortado el presupuesto de esta dependencia educativa. Y que ahora ha ido más allá, haciendo más lenta la adquisición de vacunas para los menores que quieren y deben acudir a la escuela.

 

El despunte económico puede ser posible mediante una estrategia bien planeada, con un riguroso sistema de control sanitario, para dar marcha a la recuperación de las familias en esas tres esferas. Es cuestión de voluntad y de sensibilidad política y humana. Se ha hecho un estimado del costo del regreso a clases y este bordea la cantidad de unos 50 mil millones de pesos. ¿Dónde quedó el dinero que se ahorro con la desaparición de los fideicomisos? ¿dónde esta el dinero que se ha recuperado de la corrupción de los anteriores gobernantes? Se requiere de esos recursos para paliar esta crisis coyuntural que estamos atravesando.

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