Manuel Basaldúa Hernández
René Magritte, pintor belga surrealista, creó una llamativa obra titulada “Esto no es una pipa”. El cuadro se compone de un fondo claro y la frase que da nombre a la obra, y arriba de la frase estaba precisamente la imagen de una pipa. Magritteargumentaba que era una pipa pero a la vez no lo era.
En México ocurre lo mismo con el tema de la educación. Es eso y a la vez no lo es. Depende del actor que la nombre para que se abra un abanico de posibilidades de realidades. Me voy a referir aquí a dos escenarios y a un contexto en donde están relacionadas esas realidades.
Empezaremos con el contexto. Derivado de la pandemia se ordenó el confinamiento, como ya todos sabemos. El trabajo no esencial se remitió a las casas. Y la educación fue también mandada a otro escenario ajeno al ambiente pedagógico; las casas. La vivienda se repartió en oficina, en aula y en hogar.
A un año y un poco más de este periodo excepcional para la enseñanza, se han vivido etapas que estarán marcadas en la historia de la educación. La primera; de azoro y descubrimiento de nuevas capacidades de conocimiento. El acoplamiento para usar herramientas digitales tuvo sus dificultades tanto para estudiantes, profesores y administradores. Aunque los estudiantes pronto tomaron ventaja de la situación a pesar de los inconvenientes de acceso a las redes o limitaciones de aparatos de los llamados gagdets.
En la segunda, los profesores sufrieron la gota gorda para actualizarse en la enseñanza a distancia. Aunque hay críticos muy agudos sobre la forma en que respondieron a este reto, me parece que estuvieron a la altura de las circunstancias y pudieron remontar los atrasos. Las estrategias pedagógicas y los contenidos temáticos para continuar con sus programas, con carencias naturales el ambiente, fueron poco a poco retomando un ritmo de recuperación.
En el tercero; el derrotero del eje de la enseñanza cambio, es una obviedad. ¿Pero como fue este cambio? Los profesores y los estudiantes se despojaron de la experiencia presencial y de socialización que permite el aprendizaje significativo tradicional que es una parte esencial en la formación del alumno, y de la riqueza que el profesor le pone en cada una de sus clases. Se perdió la continuidad tradicional de la enseñanza, pero se ganó en otro tipo de saberes, habilidades y visión del mundo del conocimiento. No estoy tan seguro de quienes dicen que este tiempo se ha perdido y causara vacíos en la formación de los estudiantes y del sistema educativo.
Si algo es básico en la enseñanza, es presentar a los estudiantes escenarios factibles y múltiples para enfrentar la realidad y sus complejidades para resolverlos exitosamente. Todo ello con conocimientos previos, experimentación y visión multidisciplinar.
La educación en México trastocada por la pandemia también fue y es objeto de análisis con una velocidad inaudita, al igual que la producción de la vacuna contra el virus, los análisis de muchas disciplinas han ofrecido ya evaluaciones, resultados preliminares y estrategias para el futuro. (Recomiendo mucho un estudio “Educación y pandemia. Una visión académica” reaizado por el IIS de la UNAM, 2020), y me parece que la antropología mexicana ha tenido preocupaciones y estudios pertinentes.
Escenario uno: Retomo un par de ideas del Dr. Pedro Flores Crespo, profesor e investigador de la UAQ: Justo cuando el Gobierno Federal en turno propone la idea de que nadie quede excluido de la educación, derivado de esta crisis sanitaria un gran porcentaje de estudiantes desertan de la matricula. La otra idea es que hay la percepción de una crisis educativa y “esta en el centro de la preocupación social”. Y Agrega, las madres -yo diría que los padres en conjunto- han apoyado el trabajo escolar de sus hijos en casa, pero hay mucha disponibilidad por regresar a las clases presenciales cuando el gobierno lo determine. (Flores Crespo, P. El Universal, 03/29/2021).
El inminente regreso a clases presenciales se respira en el ambiente, dado que la vacunación a los profesores esta en ciernes. Pero no se ha hablado de una estrategia y programación adecuada para desacelerar digitalmente a profesores y alumnos. Y la vacunación si bien esta dedicada a los profesores, quiza por presiones de su sindicato o por una motivación política, no se esta pensando en los estudiantes. Sujetos igual de vulnerables o con el peligro de ser vectores del virus a un segmento de la población que lejos esta del programa de protección con la vacuna. El análisis y la discusion sobre la curricula y el eje de la educación en Mexico desde las autoridades educativas del gobierno esta ausente en las posturas de su responsable.
Y no solo me refiero a la Secretaria Delfina Gómez, sino también a los candidatos a gobernantes para estas elecciones, donde sus programas de gobierno, sus posturas y declaraciones estan llenas de narcisismo y vaguedades insulsas, y que no han tocado ni un apice sobre el tema de la educación en sus lugares que aspiran gobernar.
El segundo escenario que representa la educación no esta basado en lo que ocurre dentro de las aulas. Sino en lo que representa en la orbita escolar. La educación tambien es parte de una industria que mueve la economía de la población. Al detonar nuevamente la presencia escolar se detona una larga lista de actividades que la acompañan y hacen posible: la venta de alimentos dentro y fuera de los centros educativos, las papelerías, las librerias, la venta de uniformes, los centros de copiado, el transporte escolar, el transporte habitual, las clases auxiliares como la danza, deportes, música, y asi sucesivamente, muchas actividades que pueden generar riesgos de repunte de los contagios sino hay una vacunacion total de la población.
Así pues, como en la pintura de Magritte, la educación no es solamente la educación. Es eso y otra cosa, es eso y mucho mas dentro de ese entramado simbólico, cultural, económico y social que tiene amplios efectos sobre el desarrollo de las localidades y del país. El regreso a clases es mas que un reto.
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