Luz Neón
Manuel Basaldúa Hernández
La dualidad de la vida es tajante, es mas perceptible que la triada dialéctica, porque nos presenta las dos caras de la moneda, no una síntesis de las cosas o la realidad.
Nuestra entidad queretana nos muestra ese vertiginoso desarrollo económico que se erige ante nuestros ojos. Grandes desarrollos inmobiliarios, enormes supermercados, Centros comerciales lujosos o de grandes consumos. Autos lujosos circulando incesantemente. También se intensifica una clase media que crece y aspira la siguiente etapa de desarrollo y que es la que mayormente observamos y entre la que nos movemos.
El lado contrario de este auge económico se encuentra un abundante numero de personas que son los mas pobres entre los pobres. A estos no los vemos regularmente, y si acaso los vemos no los miramos, son para la gran mayoría unos invisibles. No cuentan para el desarrollo de la sociedad, aunque son producto de la sociedad.
Igual que los gatos o animales nocturnos, cuando el ocaso ha terminado empiezan a moverse, y cuando todos duermen y la ciudad esta en calma es cuando empieza el trafico de estos invisibles. Salen de los bajo puentes, de los rincones, de las coladeras, de un recoveco.
Sus figuras son comúnmente opacas, negras, la suciedad y el desparpajo define su silueta. El único brillo que emiten es solo el de la mugre sobre la mugre acumulada. Adornada por la estética de la miseria y de su miserable condición. Son ladrones furtivos, son cuervos habilidosos. No son tomados en cuenta por las políticas públicas ni tampoco la exigen. Por eso no hay un número exacto ni aproximado, sin embargo, son muchos.
Son la sombra de la ciudad y el ultimo eslabón de la comunidad. Pueden abrir la puerta de un Oxxo o a cualquier tienda, y sin pedir una moneda hacen sentir caballero a quien ingresa un aire ficticio de superioridad moral y económica. Los vemos, pero no los miramos, o al revés, desaparecen en el reojo del transeúnte o de los automovilistas.
¿Qué hacer al respecto? ¿Las autoridades como abordan este aspecto? ¿La sociedad como puede hacerlos visibles y como puede intervenir? Un buen principio seria empezar a visibilizarlos, y exigir políticas públicas pragmáticas para abordar este fenómeno.
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