Los desastres naturales como negocio de los municipios.

Me Lleva El Diablo 11 de octubre 

La temporada de lluvias que suele traer vida y abundancia en agricultura, turismo, recuperación de mantos acuíferos y otros beneficios, este 2021 trajo, además, desgracias como las que han vivido hasta el momento miles de familias, pero, sobre todo, siete familias que han perdido a un ser querido por la temporada. 

¿Quién o quiénes tienen que asumir la responsabilidad de los siete fallecimientos que dejan las contingencias pluviales; principalmente de la desgracia que ocasionó el socavón en el Dren Cimatario en su tramo de Candiles?

Este año en la entidad las catástrofes naturales se multiplicaron, las muertes se triplicaron y las pérdidas económicas se septuplicaron, siendo los principales perjudicados los habitantes de colonia, fraccionamientos, que fueron autorizados sin que cumplieran con los mínimos requisitos de seguridad para los compradores.

Los daños económicos rondan cientos de millones de pesos, son miles de casas que resultaron dañadas, y cientos de miles de personas que perdieron sus pertenencias.

La causa principal de estos desastres “naturales” es el cambio de la naturaleza por parte de gente sin escrúpulos, originado por la alteración de geografía local, asociado a la sobreexplotación de los mantos acuíferos, que sigue siendo cada vez más acelerado.

Por la rapacidad de quienes necesitan acumular y concentrar cada vez más capitales, sólo posible con mayor explotación del agua, especulación de la tierra y mayor consumo y también despilfarro.

Eso paso en Corregidora, pero debe de haber responsables en la muerte de los ciudadanos que cayeron al socavón que se abrió en el Dren Cimatario II .

El socavón del Dren Cimatario II causó la muerte de dos personas cuyo vehículo fue absorbido y llevado a los torrentes de agua de las lluvias.

Un socavón que se formó por dos cuestiones: la mala obra pública ahí aplicada, y por la consecuencia de la sobre explotación de los mantos acuíferos, porque por donde pasa el Dren, que siempre ha pasado por ahí, era una zona netamente agrícola, parte da la falda del cerro de El Cimatario, corría el agua – aun corre- que alimentaba los mantos freáticos de la región.

Ahora el asunto penoso para los familiares será, ¿Quién va a resarcir el daño?

Hay responsables y puede ser el ahora diputado local Antonio Zapata – y sus sucesores- en cuya administración como presidente municipal de Corregidora se llevó a cabo la construcción del drenaje.

Por ley la responsabilidad del mantenimiento del drenaje le corresponde al municipio de Corregidora, porque antes de noviembre de 2002 la prestación del mantenimiento del dren en la colonia Candiles correspondía al municipio de Querétaro, y fue hasta noviembre de dicho año cuando se oficializó la prestación de servicios por parte del municipio de Corregidora.

O sea desde el 2002 el mantenimiento de la obra del dren es responsabilidad del gobierno municipal de Corregidora, y quien debe de dar la cara en este momento es el presidente municipal actual, Roberto Sosa

El alcalde Roberto Sosa tiene que resarcir el daño a los familiares de ambas víctimas – lo que no repara su pérdida, porque no hay dinero que repare la muerte- y no solo de “atole con el dedo” publicitando que ya inicio la reparación del dren, montando todo un operativo que más que dar seguridad a los ciudadanos, quitan el tiempo y obstaculizan la movilidad.

Pero no resuelve en nada la obra millonaria que va a realizar en la zona afectada, solo es una nueva oportunidad para Roberto Sosa de hacer un negocio más con la obra pública, pero ahora con la atenuante de cargar en su responsabilidad con la muerte de dos ciudadanos.

Un ejemplo del negocio de la obra pública en el drenes el la millonaria inversión, sin resultado, en el Dren Chabacano, una obra a cargo de socios de la CMIQ, de su presidente, y que fue “inaugurada” días antes de iniciar las campañas electorales, y una vez terminadas estás resulta que regresaron a terminar, a reparar la deficiente obra, y tiene más de 15 días en “reparación”, pero lo caído caí, hablando de dinero.

Igual va a pasar con el Dren Cimatario II, porque que los funcionarios públicos en su rapacidad hasta en la desgracia de las contingencias naturales encuentran negocio.

Y falta la millonaria inversión “bacheo”, otro nicho para el negocio.

Al tiempo y a veremos qué pasa – con lo de los fallecimientos-, total ya hay antecedente judicial de que se puede lograr un acto de justicia para las víctimas la determinación de lo del socavón de Antea.

 

 

 

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