Hagamos un descanso en la jornada,
Que a punto de volverse en nada
Está el camino; cientos de gajos
Cruzados y entre las piedras abrojos.
No hagamos balance alguno
En esta parada, sin meditar,
Paso a paso, uno a uno,
Lo que a diario ha de importar.
Tantos años en la sombra,
Agitado como planta,
Un poco de luz deslumbra,
Un poco de altura jacta.
La bebida es lo importante,
No las copas de Murano:
El aroma de las uvas, el amante,
La intención, tus ojos, el océano.
El trabajo es importante,
Con las manos, con la frente,
No los trajes, la corbata,
Ni tanta labor ingrata.
Y más importante son las Lunas
Que se pasan con la esposa,
Con los hijos, los hermanos,
Los amigos y esas cosas
Tan sabrosas que compartes:
Los abrazos, las guitarras,
Las palabras que enamoran,
¡Esas sí son importantes!
Carlos Ricalde
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