Luz Neón
Manuel Basaldúa Hernández
Me han llamado la atención las dos Andreas del movimiento de regeneración nacional debido a la asimetría de su actuar y los efectos de su actividad. La primera Andrea es senadora por Chihuahua, con una meteórica carrera política y los alcances de su trayectoria. La segunda, diputada local por el Estado de Querétaro con una discreta línea de actividad legislativa.
La primera Andrea cuenta con una Licenciatura en Derecho solamente, y es militante desde el año de 2018. Ha sido representante de campaña en ciudad Juárez de su Estado natal, y cuenta con una publicación, a decir de ella, con el sesudo título de “Breve historia del calderonismo” realizado en el 2020, y además fue asesora legislativa en la LXIV Legislatura, actualmente es Senadora de la República por su Estado.
La otra Andrea tiene el grado de Licenciatura en Derecho por la UAQ, cuenta con una especialidad en Administración de Justicia, y una Especialidad de Alta Formación en Justicia Constitucional en Italia. Ha realizado varios cursos en el Poder Judicial del Estado de Qro. Y cuenta en su currículo con amplia experiencia en el Tribunal Superior de Justicia del Estado de Querétaro, preparándose en varias áreas del Derecho. Actualmente es Diputada Local por la sexagésima legislatura local. No presume cuando se inscribió a morena, pero es diputada por ese Instituto político, y su cargo se ve que lo ha ganado a pulso. Es discreta y mesurada en sus declaraciones, y su espíritu es apegarse a derecho en todas las esferas.
La primera Andrea en su breve trayectoria ya ha sido protagonista de algunos escándalos, entre ellos haber recibido el obsequio de una Jirafa por un alto funcionario federal. Codearse entre el sector VIP de morena y del Gobierno. Y últimamente estar muy activa con acciones que promueven su figura e imagen pública de propaganda en su Estado natal, con gastos que superan los 10 millones de pesos mensuales en un programa de salud rural, sin contar con una intensiva campaña publicitaria en espectaculares y medios digitales y de prensa. Además, ya ha sido mencionada como firme candidata a la gobernatura de Chihuahua, violando la ley electoral a todas luces ventajosa. Con todas esas acciones, tanto la líder de su movimiento, y sus colegas senadores no han protestado o llamado la atención sobre estas acciones, más bien, ahora se ha afianzado su postura al mencionarse para sustituir en el cargo a su correligionario Fernández Noroña e incluso algunos se refieren a ella con el mote de “jefa”.
La segunda Andrea, al hacer un llamado a acatar la ley sobre el llamado a comparecer ante ese colegio legislativo al alcalde de la capital queretana, ha sido atacada en redes y en otros medios por simpatizantes del movimiento por, supuestamente, alinearse al gobierno la oposición (federal). Y la han acusado en medios con los dirigentes y otras figuras políticas nacionales.
¿Por qué el interés de la comparación? La llamada supremacía morenista, tal parece, seguirá obteniendo victorias electorales, y por lo tanto en los gobiernos locales. El asunto está en cómo se ganará y que calidad moral, política y ética tendrá en esas victorias.
La primera va por el poder sin importar esas condiciones, y los simpatizantes de su movimiento tal parece que no les importa como lo logre al no denunciar irregularidades en su actuar. A la segunda se le acusa de traición por el simple hecho de exigir que se cumpla la ley.
La certeza jurídica que requiere el país tanto para su desarrollo económico como para la garantía de un pleno avance en términos sociales debe tener bases sólidas y con actuaciones congruentes con los principios de las instituciones. De otra forma, estaremos normalizando la destrucción del estado de derecho. Estas dos mujeres, estas dos Andreas, integrantes del mismo movimiento político tienen distintos derroteros en sus aspiraciones, pero también distintas visiones respecto al ejercicio de la ley. Una de ellas, tal parece, le afecto haber escrito sobre Calderón, su enemigo más acérrimo, porque esta más cerca de lograr el poder “ahiga sido como ahiga sido”.
La Andrea queretana tendrá la tranquilidad de ser promotora de la ley como principio, a costa de sus consecuencias.
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