Me Lleva El Diablo 25 octubre 2023
La Guerra: Historias del comandante León
No es fácil encontrar un investigador que tome en serio la profesión, y menos si es un investigador de homicidios, por eso podemos decir que Ernesto Roa, claramente es un seudónimo, es el primero en incluirse en este oficio, porque en La Guerra: Historias del comandante León, sale del mundo académico y se instruye él mismo para generar quince historias ligadas a la queretanidad.
Un libro altamente recomendable es La Guerra: Historias del comandante León, editado por Todos Somos UAQ, por la Universidad Autónoma de Querétaro, Ernesto Roa, o quien lo escribió realmente, pasa de la investigación de salón, de cubículo, y se adentra en la ficción que realmente es la actividad policiaca.
En 1929 el escritor norteamericano Dashiell Hamlet publicó su novela Cosecha Roja – tienen que leerlo- donde describe el mundo criminal de su vida cotidiana, y con ello nació, creó un nuevo género literario: la novela negra.
Igual que en Cosecha Roja – valga toda la comparación, o sin comparación alguna- en La Guerra se rompe con los esquemas tradicionales de investigador de académica, y deja de lado esa infinidad de tesis, de libros que no tienen el menor interese, y pasa de esos textos de investigación aburridos y nos presenta una novela de cuentos, relatos o historias donde pulveriza el esquema tradicional de la investigación y nos deja en claro que las cosas no suceden en la vida real como nos lo dicen los historiadores clásicos.
En la contraportada dice que el libro La Guerra es de sumo interés para los alumnos que cursan la carrera de Criminología, pero se quedan cortos: el libro es de sumo interés para los queretanos.
Quince relatos sobre crímenes que sucedieron realmente en Querétaro, y los personajes son altamente reconocibles: Quién no conocen al Doctor Polo Espinosa, el eterno perito forense de lo que fue la Procu, hoy flamante fiscalía, o al fotógrafo que se le movían los muerto a la hora del retrato, a Lugo, muy amigo del móvil 14, perito de tránsito terrestres en un corto tiempo y compadre de su servilleta
Muy queretano el libro, con personajes e historias reales muy queretanas, no es un libro protagonizado por gánsteres, pero algunos de los que aparecen no están tal lejanos de haberlo sido; tampoco es un libro de personajes acartonados, aunque el rigor académico así lo demande, no, son personajes de carne y hueso, reales que se convierten en ficción.
Igual, La Guerra nos enseña la forma en que se pasó de la investigación policiaca tradicional a una más sistemática, científica diríamos, como se ve en el episodio de “Josefina”, y como la carrera judicial si se respeta, porque el puesto de Comandante León pasa por varios personajes, entre ellos uno que inicio de aspirina, así les decían, o les dicen, a los nuevos judiciales, hoy agentes de investigación.
Todos, o casi todos, los relatos, historias, que componen este excelente y recomendable libro, La Guerra, Historias del comandante León, están protagonizadas por los mismos detectives, por no decir que perjudiciales, como se les conoce en la calle.
Nadie pone en duda la importancia de la justicia, pero todos dudamos de la investigación que se realiza para aplicar la misma, por eso, ser investigador de homicidios, en la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado de Querétaro, era algo que no todos querían serlo, y ser investigador académico y escribir un libro sobre investigación criminal es algo que todos los investigadores quisieran hacer, pero hay que tener talento, y gusto por el tema, para novelarlo.
Tienen que leer La Guerra, Historias del comandante León, un texto fresco, ligero pero con contenido, que igual se inscribe en el género de la novela negra, que en el de la ficción, o en la investigación académica, qué más da, lo importante es leer a Ernesto Roa, que insisto, es un seudónimo que nada tiene que ver con el Roa que fue jefe de la policía capitalina, no se espanten.
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