Difícil decisión el regreso a clases

Me Lleva El Diablo 24 de agosto

Es verdad que la educación es un derecho y el regreso a clases una necesidad.

Pero, qué difícil decisión para los siguientes ocho días. ¿Mando o no a mis hijos a los colegios?, se preguntan miles de padres de familia en Querétaro. ¿Y si se contagian? ¿Y si se ponen graves? ¿Y si mueren? ¿Quién va a ser el responsable?

Aunque muchos padres de familia y estudiantes quieren regresar a las aulas, eso no significa que estén listos para hacerlo.

No está a debate ya: los bebés, los niños y adolescentes sí pueden contagiarse a causa del coronavirus. Sí se enferman del mortal virus. Sí pueden ponerse graves. Y, desgraciadamente, sí pueden morir.

Quien a estas alturas de la desgracia diga que el regreso a clases no pone en riesgo a los menores de edad, profiere una falacia, e interpreta otro nuevo capítulo de esa tragicomedia llamada “Política mata a ciencia”

Yo nada más planteo: por no esperar hasta enero, ¿quién se va a hacer cargo de los fallecimientos de niños y adolescentes que podrían surgir como consecuencia del regreso a las aulas? ¿Quién? ¿Alguien del gobierno?

El próximo 30 de agosto inicia un proceso que tomará tiempo y será necesario para aprender a estudiar sin contagiarnos, no se trata de regresar rápido, sino de regresar bien.

El gobierno del Estado invita a las y los integrantes de las comunidades educativas a reflexionar sobre cinco puntos relevantes para su toma de decisiones.

El retorno a clases es voluntario. Los padres de familia tienen la oportunidad de elegir y hacer combinaciones gradualmente conforme avance la estrategia.

Plantean que “El 30 de agosto no es una meta, es solamente un punto de partida que marca el retorno gradual, pues un reto tan grande, como es el regreso a clases presenciales tras el periodo de suspensión más largo que hayamos vivido, necesita asimilarse por etapas”.

Además “Se necesita paciencia con uno mismo y con los demás. La ansiedad, la sensación de inseguridad o el enojo ante situaciones que escapen de las propias manos, deben ser objeto de mayor reflexión antes de tomar la decisión de retornar a clases presenciales”.

Señalan que “Es importante tomar consciencia de que nos encontramos en un periodo de modulación social, donde lo que hacemos es medir, combinar y probar. Estamos en la búsqueda de darle margen al retorno a clases presenciales; quien no esté dispuesto a asumir sacrificios –como cancelar actividades innecesarias- no debe enviar a sus hijos a la escuela.

Con ello “Los ejes de monitoreo, de actualización y de organización, son fundamentales para el éxito de la estrategia. Por ello es importante estar dispuestos a la realización de pruebas y atender las convocatorias a reuniones escolares, así como las recomendaciones por parte de las autoridades”.

Pero lo cierto es que mientras el regreso a clases es cada vez más próximo, los contagios siguen al alza.

A final de cuentas, eres tú quien tiene la última decisión sobre mandar o no a tus hijos a la escuela, porque nadie va a ser responsable si tu hijo o hija se llega a contagiar, con las consecuencias que tenga; nadie del gobierno, ni estatal ni municipal ni federal, ni nadie del sector salud.

Todos se lavarán las manos al final. Solo tú eres el responsable.

 

 

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