En estos 15 días, las y los aspirantes a gobernar el estado, alguna alcaldía o una diputación – federal o local- ya nos enseñaron en las redes sociales el cobre, el colmillo, su cinismo, su vida privada o la falta de seriedad, todo menos sus compromisos con el electorado.
Ya vimos a los “políticos” cantar y bailar, dar consejos caseros, postear fotos usando y exhibiendo a sus menores hijos -como Roberto Sosa- todas esas ocurrencias para ganar votos.
Claro que es más fácil ser gracioso ridículo y ocurrente, y ganar seguidores y likes, que conciencias y votos razonados.
A casi 15 días de iniciadas las campañas electorales al gobierno del estado y a las diputaciones federales, y de que hoy se sumen las campañas a Ayuntamientos y al Congreso del Estado, los ciudadanos, los electores, muestran fastidio, cansancio, y hasta cierto punto rechazo a la contienda.
Y es que la lista de candidatos a diversos cargos de elección popular para los comicios de junio ofrece un panorama más bien repetido.
Los mismos de siempre: exlegisladores, funcionarios y servidores de otras administraciones, políticos que cada tres años están en la pelea por las candidaturas, vulgares ambiciosos, la mayoría.
Salvo excepciones, nada motivador.
Lamentablemente la oferta electoral pretende confrontar a los ciudadanos entre “un mal gobierno” y un “auténtico cambio”, pero muchos de los aspirantes, los partidos – salvo contadas candidaturas- no ofrecen rostros nuevos, candidatos emergentes, cuadros recién formados en las filas de sus partidos.
Y tal vez ese sea el problema de fondo: los partidos.
O son los candidatos que van de un partido a otro.
Morena, un partido que debería cagar con la responsabilidad de jalar la participación ciudadana, con propuestas novedosas o frescas no cumple con las expectativas que ha creado entre el electorado, sus candidatos son realmente impresentables.
Celia Maya, que en sus mocedades participaba en el PRI, 40 años de Magistrada, va por tercera ocasión candidata al mismo puesto; Maximiliano García -que llegó con guaruras a su registro- un político que todo se lo debe al PAN, por esas siglas fue diputado local, servidor público municipal y se ganó su Notaria, ahora va por Morena; Lupe García, otro panista que por lo menos tiene 12 años viviendo del presupuesto: diputado local, federal, regidor, obvio, por el PAN; Juan Alvarado, igual que Lupe García.
Por poner algunos botones de muestra.
El PRI ha sido incapaz de realizar una profunda revisión interna. Sigue siendo esa vieja institución política, que se adapta y se acomoda a cada circunstancia histórica de México.
No se renueva, no pretende siquiera proyectar un ejercicio de crítica interna y renovación de principios. Son lo mismo de siempre.
La mayoría de sus candidatos son reciclados: Abigail Arredondo, exregidoras y actual diputada local es su candidata al gobierno del estado, con el único mérito de ser protegida del exgobernador José Calzada.
María Alemán, su candidata al Ayuntamiento de Querétaro es actualmente diputada federal plurinominal y aunque se inscribió para buscar la reelección, no se la van a dar, pero va en primer lugar de regidora plurinominal.
12 años viviendo directamente del presupuesto: regidora hace años, después diputada local, ahora diputada federal, y para los próximos 3 años va a ser o presidenta municipal o regidora.
Esos son los rostros “jóvenes” del PRI, y de los demás, la mayoría de los candidatos del PRI ya han sido, como dice el Príncipe de la canción José José, de todo y sin medida.
El PAN se quebró desde el centro como señalamos aquí en múltiples ocasiones se la jugó con la designación de Mauricio Kuri en la candidatura a gobernador. Aunque podríamos decir que es un “joven” políticamente hablando, solo ha sido edil de Corregidora y senador de la República con licencia.
Pero en las demás candidaturas, más del 60 por ciento son vividores de la política, algunos buscan por tercera vez la reelección, como el inefable Antonio Zapata, 2 veces edil de Corregidora, y 2 veces diputado y va por la tercera tanda: lleva 12 años sin trabajar, y quiere 3 más.
Ahí anda Enrique Correa que ya fue diputado local, presidente del PAN municipal, dos veces presidente municipal interino de Querétaro.
Y le siguen Gerardo ángeles, que va por su reelección por tercera ocasión para diputado local, lleva 6 años sin trabajar y quiere 3 más. Y como diría el clásico: aún hay más, como Guillermo Vega, diputado, dos veces edil de San Juan del Río y nuevamente candidato a diputado local, lleva 9 año in trabajar y quiere otros 3.
O Roberto Sosa que quiere tener 9 años seguiditos mamando del presupuesto en Corregidora, municipio que tiene 209 mil habitantes y un presupuesto de mil 300 millones de pesos, que se va en nomina y en comprar voluntades.
Sigue ahí Bety Marmolejo, busca ser por tercera ocasión legisladora, y hasta el mismo Ignacio Loyola el primer gobernador panista regresa porque quiere ser diputado federal.
Del Verde Ecologista, que le digo, los mismos de siempre, empezando por su dirigente, este se coce aparte y después les decimos todo.
Redes Sociales Progresistas, un partido nuevo que llega estigmatizado por la marca elbista, por Elba Esther Gordillo, h reciclado a algunos panistas y priistas, pero en su mayoria da la cara con liderazgos sociales intermedios, su candidato a gobernador, Miguel Nava Alvarado, u profesionista, académico y expresidente de la Comisión de Derechos Humanos en la entidad, un día sí y otro también asume la responsabilidad de ser ciudadano, reconociendo que RSP le abre las puertas porque los partidos tienen secuestrado el sistema de participación electoral; no se dice militante de RSP, pero se pone la camiseta.
Fuerza Por México presenta candidatos de todo tipo, muchos, igual que RSP, ciudadanos, otros empresarios como su candidato a gobernador, Juan Carlos Martínez.
Bueno, la listo es larga, son 11 partidos, y solo basta ver a sus candidatos para decir con asombro: ¡pero si ese o esa, hace 6 años estaba en x partido, y hace 3 en otro, y ahora en este ¡
Y es que este proceso electoral se ve marcado por renuncias, salidas, rupturas, nuevas organizaciones y muchos intentos por recuperar a un electorado activo, participante, es el reto que tienen los candidatos y los partidos y que no cumplen.
Su presencia solo causa fastidios, molestia, cansancio y frustración entre el electorado, entre los ciudadanos, pero no hay de otra: esos son y de ahí saldrán los próximos gobernantes.
Ni modo.
Deja una respuesta