Me Lleva El Diablo 20 de septiembre
Aparentemente en solitario, el sexenio del gobernador panista Francisco Domínguez concluye el próximo primero de octubre, ya sin dudas sobre su candidatura a la Presidencia del Comité Ejecutivo del Partido Acción Nacional, porque a través de una carta hace unas semanas declaró que no competirá por el cargo y que como panistas el partido debe renovar su visión de oposición y opción para la ciudadanía.
No se suma, por el momento con AMLO, que ya invitó a los aun gobernadores de Sinaloa, del PRI, y de Nayarit, del PAN, a su administración.
Acotación al margen del tema que tratamos creo que la integración de los exgobernadores de Sinaloa, el priista Quirino Ordaz, y al panista de Nayarit, Antonio Echevarría, cayó como balde agua fría en el bloque opositor, que podría naufragar en el Congreso y descomponerse hacia 2024.
Bloque, o alianza e a la que se oponía Pancho Domínguez, por cierto.
A Pancho Domínguez, con el que lleva una buena relación, AMLO solo le envió al secretario de Gobernación a “platicar”, reunión de la que se supo poco, y que tiene que ver con el futuro del gobernador queretano.
Durante un rato se especuló, se especula aún, que Pancho se podría sumar al gobierno Federal, lo que dudo mucho, no porque no lo inviten, o porque lo inviten, sino porque si se suma al gabinete amlista se limitan sus aspiraciones para el 2024.
A Pancho Domínguez que dio el Grito de Independencia en solitario, se le ve más, después de que no le entró a competir por la dirigencia nacional del PAN, en algún organismo empresarial, de su sector, el ganadero, tal vez en alguna coordinación regional, o en la misma dirigencia nacional de los ganaderos, por qué no?
Seguiría jugando en el ámbito nacional y súmele que estaría de alguna forma en el Consejo Nacional del PAN, no en la dirigencia.
Lo cierto es que el Grito de Independencia de Francisco Domínguez del pasado miércoles fue especial, y no sólo por ser su última aparición como gobernador, sino por las condiciones especiales en que se dará: ante una Plaza de Armas ocupada sólo por un puñado de personas y desde un balcón Pancho Domínguez gritó los vivas a México y a los héroes que nos dieron patria desde un desolado escenario.
A querer o no, el aún mandatario queretano, despierta una mezcla de respeto, ironía y crítica, pero no de aburrimiento. Como suele suceder con todo lo que hace y dice el mandatario.
El 1 de octubre cierra sexenio en el Teatro de la República, entregando el poder a Mauricio Kuri González.
En el gabinete panchista solo algunos preparan maletas, ya que varios conservarán la buena chamba más allá del sexenio.
Entre los elegidos destacan Rogelio Vázquez Mellado, Mario Ramírez y los panchistas Mariela Morán, Fernando González – que cobrara doble, como jubilado con 93 mil pesos y como secretario de Obras, otros 100 mil, casi 200 mil pesos mensuales- Marco del Prete, hasta ahora el único que repite cartera, la titular de Salud, la Doctora Martina, como se le conoce, y en SEDESOQ el mismo Agustín Dorantes, su ahijado.
La entrega-recepción avanza rápido, pues quedan solamente 10 días para dejar los cargos.
Pero no son los únicos panchistas que estarán en la administración de Mauricio Kuri, porque Pancho se va pero se queda diremos casi, casi cogobernando, mandando desde la Fiscalía General del Estado, desde la Fiscalía Anticorrupción, desde la ESFE, desde otros organismos “autónomos” o “descentralizados”, y desde el mismo Congreso del Estado, donde están colocados muchos de sus incondicionales.
Y tal vez desde el PAN estatal, donde quieren poner a Isaac Jiménez, o a Sonia Rocha, porque personalmente creo que va a ser mujer la nueva dirigente estatal del blanquiazul.
Igual por lo menos tres legisladores federales del pan tienen el sello panchista, e igual podrías arriesgarnos a decir del Senador Alfredo Botello. Y otros tantos presidentes Municipales.
Y que decir del Tribunal Superior de Justicia, donde por lo menos tres o cuatro magistrados le deben el puesto.
Dicen que el poder no se comparte, veremos dijo un ciego, porque eso en Querétaro ésta por verse.
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