Abril y Mayo: protesta de los trabajadores, sin reparto de utilidades e incremento de precios

Me Lleva El Diablo 30 de marzo 2022

A casi un mes les podemos decir que el 1 de mayo volverá a ser lo que era: un día de la clase trabajadora, de protesta; estamos en condiciones de decirle que, en Querétaro los trabajadores tomarán la calle ese día, saldrán a desfilar, a protestar porque en materia económica, financiera, puras malas noticias para la clase trabajadora.

En el gobierno del estado ya saben, están informados, enterados, de que el 1 de mayo Día del Trabajo, después de 3 0 4 años de suspensión, los trabajadores saldrán a desfilar para protestar.

Pero saldrán dentro de malas noticias, que empiezan porque pocas empresas pagarán utilidades en Querétaro; así lo ha dado a conocer la COPARMEX en Querétaro de la COPARMEX; el presidente del organismo empresarial, Jorge Luis Camacho estimó que no más del 20% de las empresas agremiadas podrá otorgar la prestación de las utilidades.

El empresario sostuvo que aún existen muchas empresas que reportaron pérdidas económicas durante el año 2021, derivado de las circunstancias económicas a consecuencia de la pandemia y por fenómenos internacionales.

Normalmente las utilidades para los trabajadores son una esperanza, un escape, un respiro, y hasta un aliciente, pero ahora ya ni eso.

Súmele que la inflación en México no da tregua: se ubica en 7,29% en la primera quincena de marzo: el poder adquisitivo de los mexicanos, en caída libre por la inflación, los preciso de los productos de consumo cotidiano: carne, pollo, luz, agua, fruta, verduras, insumos para la industria de la construcción, etc., están al alza.

No es privativo de Querétaro, que en materia económica se encuentra por arriba de la media nacional, es uno de los estados más pujantes, pero de que la economía en el país ésta en crisis, eso sin dudarlo.

Los esfuerzos del Gobierno mexicano para hacer rendir el ingreso de los trabajadores son insuficientes. Desde los estímulos fiscales hasta el aumento de salarios mínimos y contractuales en el país no sirven de nada si no se toman otro tipo de medidas.

No hay que ser expertos en economía para ver como los trabajadores resiente la crisis económica.

Adicionalmente están los efectos económicos que ha tenido la guerra entre Rusia y Ucrania, que agrava el panorama económico para muchos países, incluyendo a México en el mediano plazo.

El problema de la inflación no es únicamente de política económica, los fenómenos van más allá de eso y podríamos esperar que en los próximos meses la inflación supere el 8%.

Y por si fuera poco tenemos encima el estiaje, el cambio climático, y de acuerdo con el titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Víctor Villalobos, el aumento de las temperaturas y la sequía presionaría también el aumento de granos básicos e insumos agrícolas, lo que mermaría aún más el poder de consumo de los mexicanos.

En síntesis: el aumento en el precio de los insumos, derivado en primera instancia por efectos de la pandemia, se puede acentuar por el conflicto geopolítico en Europa del Este, aunado a los imponderables climatológicos como la sequía, son temas que deben de preocupar a todos los mexicanos, ya que representan incrementos en los costos de producción para todas las cadenas productivas.

La escalada de precios no cede en México. La inflación en México se mantuvo elevada en la primera mitad de marzo, ubicándose en 7,29% a tasa anual, de acuerdo a lo que ha dado a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi)

De acuerdo con el Inegi, la inflación subyacente –que excluye de su contabilidad los productos de alta volatilidad de precios y es la que toma en cuenta el Banco de México para tomar sus decisiones de política monetaria–, registró un incremento de 0,35% quincenal y de 6,68% a tasa anual, el nivel más alto registrado desde junio de 2001.

El precio de los alimentos y de los energéticos siguen siendo el talón de Aquiles de este incremento de precios.

El gas doméstico licuado de petróleo (LP) fue el bien que más presionó al incremento inflacionario, al aumentar su precio un 3,74% respecto a la quincena anterior. Entre los productos que más se encarecieron se encuentran la cebolla, con un aumento anual de 151,7%; el aguacate, con 89.3%; el chile serrano, con 59,4%.

Son precisamente los alimentos más populares en el país los que más duelen en las finanzas de los consumidores: el pollo, el limón y la carne, así como frutos temporada han puesto a la capacidad de compra en una caída libre.

Aunque hay esperanzas, porque pese al mal momento económico, la expectativa de la inflación hasta ahora se mantiene en 5,5% a tasa anual – de acuerdo al gobierno federal y a los expertos en economía- pero no descartemos que se haga un ajuste al alza si el siguiente se mantiene con aumentos significativos de precios.

No se puede descartar un ajuste de la expectativa de inflación hacia el 8% en caso de que las presiones inflacionarias observadas en las primeras cinco quincenas del año continúen durante el segundo trimestre.

Pero al momento, no hay medida que pueda con el imparable aumento de precios en México.

Mientras que a inicios de año los salarios contractuales -que conforman alrededor del 60% del ingreso de los trabajadores formales- de acuerdo con la Secretaría del Trabajo, tuvieron un aumento nominal del 6.7 %, es verdad que es el mayor en lo que va de esta administración, pero tras el efecto de la inflación, se traduce en una pérdida en el poder adquisitivo de -1,34%.

Y ahora no tenemos siquiera la esperanza que siempre ha significado el reparto de utilidades, por lo menos en Querétaro.

 

 

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