Para qué sirven la Auditoría Superior de Fiscalización, ESFE, la Fiscalía estatal anticorrupción, la Contraloría del Estado, las municipales, las del poder legislativo, del judicial, la de los órganos desconcentrados, la Comisión de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Estado, la secretaria de la Función Pública, para qué sirven.
Parece que para nada, porque su función se debería enfocar en dar solución a un problema en concreto: la incapacidad que se ha tenido tanto desde el estado como desde la sociedad para controlar la corrupción, esto es, prevenirla, investigarla y sancionarla.
Pero tanto la Contraloría como la ESFE, la Fiscalía Anticorrupción y la Fiscalía del Estado, en complicidad con el Tribunal Superior de Justicia, hasta la fecha solo han actuado bajo consigna política, de manera facciosa, por lo menos en el anterior sexenio que se dedicaron a perseguir y castigar a los adversarios, oponentes del gobernador Pancho Domínguez, o de los que se oponían a su proyecto transexenal.
Ejemplos hay muchos y de diferentes sectores y ámbitos de gobierno que sufrieron la persecución de estas instancias, persecución que han realizado bajo consigan política.
Por eso es bienvenido que el gobernador, Mauricio Kuri González, asegure que en Querétaro le está apostando a cero impunidades, eso durante la presentación de la Política Estatal Anticorrupción (PEA), herramienta que – dijo- surge de estadísticas y datos duros que fueron recabados por instituciones y expertos, así como de la percepción ciudadana obtenida mediante la aplicación de encuestas en los 18 municipios del estado.
Transparencia Internacional define corrupción como el abuso del poder encomendado para el beneficio propio, y partiendo de este concepto, pueden apreciarse tres elementos objetivos: un poder encomendado, el ejercicio abusivo y el beneficio propio o de terceros.
Y esos tres elementos los cumplen varios, pasados y actuales funcionarios, desde presidentes municipales como diputados locales y federales, sin contar con funcionarios de Obras Públicas, la CEI, etc, que precisamente por sus servicios corruptivos han repetido en la actual administración.
La corrupción se entiende como un orden social que privilegia modos de interacción e intercambio basados en el particularismo y el favoritismo que pueden manifestarse en comportamientos institucionales y sociales que transgreden principios éticos y de integridad. Muy académica la definición para decir que es el trafico de influencias.
De igual forma, se concibe a la corrupción como un problema sistémico presente en todos los órdenes y ámbitos de gobierno y de la sociedad también.
Es buena la disposición del gobernador, es bueno que la Política Estatal Anticorrupción (PEA) se venga a sumar a Política Nacional Anticorrupción, PNA, que surge y fue aprobada por unanimidad por el Comité en comento, durante la Primera Sesión Ordinaria, celebrada el 29 de enero de 2020.
Se suma Querétaro a esa propuesta, Kuri González en la presentación local indicó que la única manera en la que uno se puede librar de la corrupción es erradicando la impunidad, por lo que exhortó a denunciar cualquier acto deshonesto y respetar el estado de derecho, pues de esta manera, destacó, es como se podrá contar con un sistema transparente y eficaz.
Y es verdad, un agravio es que se detecte a los corruptos, pero más agravio es que no se les castigue y se muevan en la impunidad.
La anécdota ilustra el cinismo de los corruptos; cuando a un funcionario lo señalaron como corrupto y se lo comprobaron, lo castigaron con una inhabilitación de 10 años para no poder ejercer como tal, y su respuesta fue ¿Quién les dijo que quiero trabajar, para qué, con lo que me llevo no vuelvo a trabajar?
Corrupción, impunidad y cinismo.
Dice el gobernador: “Por eso creo que, si nos juntamos todas y todos para mandar un buen mensaje, que aquí en Querétaro no hay lugar para la corrupción, y tenemos sistemas que nos permiten ver si hay corrupción, para poderlos atacar y para poderlos meter a la cárcel, por eso creo que tenemos que hacer la diferencia y decir que en Querétaro sí hay de otra”, expresó.
Dicen que el dinero y el amor no se pueden ocultar, y tampoco la corrupción.
Creo que es sencillo detectar cuando alguien se corrompe, u obtiene recursos de manera ilícita, basta hacerles una auditoria social, es decir compara su nivel de vida de hace algunos años con el que tienen cuando ingresan, y salen, del gobierno; cuando se vuelven proveedores del gobierno, si con lo que obtiene legalmente – salario- les da para llevar un nivel de vida más alto que el que tenían antes de que sus amigos llegaran al poder.
Hubo hasta denuncias contra diputados, exdiputados, contra alcaldes, y otros funcionarios, por mencionar algunas que son públicas, que cuando entraron tenían hasta demanda por no pagar a veces ni las colegiaturas, y menos prestamos pírricos en cajas populares, o a particulares, y ahora, son propietarios de inmuebles, negocios, etc.
Ahora la corrupción no solo va ligada a la impunidad, sino también al cinismo, muy arraigado, los tres, en la estructura social, y sobre eso va Mauricio Kuri, pero como la canción: el tiempo lo dirá.
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