Del feminicidio de la pequeña Victoria todos somos responsables

Me Lleva El Diablo 9 de abril

 

No es una exageración decir que del terrible suceso de la pequeña Victoria todos somos responsables, porque cuidar no al futuro, sino al presente del país, de nuestros niños es una responsabilidad de toda la sociedad.

Los niños, los y las adolescentes, tiene el derecho de salir, de andar en la calle, por el motivo que quieran, y sentirse seguros; seguros de que todos y cada uno de nosotros respetamos y cuidamos de ellos, esa es una responsabilidad de todos: cuidar de ellos

Lo que pasa en el país, como lo que le sucedió en el Estado de México al adolescente de 15 años, así como lo que pasó en Paseos del Marques, no debería de pasar, pero pasa.

Es real y verdadero que todos somos responsables de la niñez, de su seguridad pública, social, económica.

Pero en el caso de Victoria hay además culpables, iniciando por las autoridades de El Marqués.

Es culpable el edil Enrique Vega Carriles, que se ufana de ser el alcalde con mayor permanencia en el puesto de todo el país: lo ha sido cuatro veces, ha gobernador 12,  sumando este trienio.

Es culpable junto con sus cabildos de sus diferentes administraciones porque fueron ellos los que autorizan cambios de uso de suelo, de traslado de condominio, es decir ellos han aprobado la creación de “condominios” como Paseos de El Marques, La Pradera, Los Héroes, Libertadores, Hacienda Santa Cruz.

Asentamientos, junto con otros, que al paso del tiempo se han vuelto nido de delincuentes, no todos los habitantes los son, pero los que son se encuentran “tolerados” y “protegidos” por la autoridad.

Es culpable al preferir crear una oficina de atención a animales, y colaborar para matar un tigre blanco, de “proteger” los derechos de los perros, se indignan y promocionan en los medios la protección que dan a los perros, pero que no se trate de los niños y niñas, de los jóvenes, porque ahí no tiene políticas públicas para la atención.

Es obvio que “condenara” el feminicidio de Victoria, sin aceptar su responsabilidad, “apoyara” con “todo” a los deudos de la niña, que se “comprometerá” a no dejar “impune” el crimen, pero que puede decir.

Son culpables los desarrolladores que solo les importan el negocio y construyen  asentamiento sin garantizar, junto con el gobierno municipal, estatal y federal, las menores condiciones de salud, educación, y en este caso de la seguridad pública.

Por mencionar un caso: en la zona de El Refugio entregaron una escuela sin drenaje, sin servicios. Igualito que como entregan “los condóminos”, la forma que inventaron los desarrolladores y las autoridades municipales para evadir su responsabilidad de brindar los servicios más elementales a los ciudadanos.

La muerte como negocio de los desarrolladores inmobiliarios que controlan a las autoridades municipales, porque en esa misma situación se encuentran en Corregidora con asentamientos como Fuentes de Balvanera, Villas del Rey o La Estancia, que podrán decir que pertenece a Apaseo El Alto, pero esta más cerca de Corregidora a donde ni por equivocación entra la policía, por mencionar algunas. Igual en San Juan del Río o en Querétaro capital.

Son culpables los cuerpos de seguridad pública, la policía municipal de El Marqués que toleran a los delincuentes como los colombianos que han invadido casas abandonas en las colonias mencionadas, los narcomenudistas que venden su producto a la luz del día en las mismas colonias, las denuncias públicas están a la orden del día: saben quienes son y donde están y no hacen nada.

Culpables los cuerpos de seguridad estatales y federales, porque lo sucedió a Victoria solo es un caso más de los cientos o miles que se han acumulado en el país, todo generado por la violencia, por décadas de descomposición, es verdad, pero que ahora esta más fuerte que nunca: Michoacán, Zacatecas, Guanajuato, Quintana Roo, Colima, Guerrero, y más.

Culpables los responsables de la seguridad estatal, los que controlan la seguridad publica y privada, los que controlan la Fiscalía del Estado, y que solo ponen sus servicios para los que más tiene, que no cumplen con su trabajo en el gobierno que los tiene contratados, y que todo lo usan para el negocio de vender la seguridad, desde la época del exgobernador Ignacio Loyola Vera, y sexenios van y sexenio vienen y ellos siguen ahí.

Culpables los mimos de siempre, los que se “indignan” por la violencia ejercida sobre Victoria, pero que ayer se “indignaron” por lo de La Corregidora, y mañana se les olvida eso y se indignaran por otro suceso. Ni “toda su indignación” fue suficiente para por lo menos dar acompañamiento a los familiares, a los vecinos que ayer en la noche estuvieron velando y lidiando con las autoridades por el cuerpo violentado de Victoria, para qué, ya “condenaron” se “indignaron” en las redes sociales.

Esos que desde la comodidad de las redes sociales un día si y otro también “condenan” las acciones de gobierno, en la entidad contra el gobierno panista, en el país contra el gobierno de AMLO, en el fondo hacen los mismo.

Muchos de esos que se “indignan” lo hacen desde la zona de confort que significa tener seguro su ingreso económico porque o son jubilados o trabajadores de instituciones de gobierno o académicas como la UAQ o el Cobaq.

Claro que hay una sociedad lastimada, indignada, encabronada por el suceso, pero no son ellos quienes la representan, solo buscan llevar agua a su molino: la pobreza, la muerte como capital político.

Culpables los partidos políticos que con su desprestigio han colaborado para crear este clima de inseguridad pública, social y económica, que cada campaña solo van por los puestos representar a la población, culpables son los que tienen en el Congreso del Estado has 9 años como diputados, como el nefasto Antonio Zapata, por mencionar uno pero son 10 o más, culpables por su mediocre aportación a la creación de leyes que protejan a los infantes, a la sociedad, culpables porque solo levantan la mano si leer las propuestas de reformas en materia de seguridad que han aprobado.

Culpables somos los medios que no estamos a la altura de la exigencia ciudadana, no del poder, que no creamos memoria histórica, ni colectiva, que no reflejamos la situación real en que están los municipios, el estado, el país, y que solo reaccionamos cuando pasa una cosa como la de Victoria.

Culpable el criminal, el delincuente, que cometió el feminicidio, pero es solo un de cientos, de miles, de delincuentes que andan sueltos por El Marqués, por Querétaro, por todo México, con la complacencia, o incapacidad de las autoridades, y la impotencia de los ciudadanos.

Si todos somos reprobables de la muerte, del feminicidio de Victoria: todos

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