Luz Neón
Manuel Basaldúa Hernández
El agua que se nos va: sin aprender de la historia. 3/3
Decía Don Alfonso Adame en los años 80´s, que en Querétaro los oriundos de esta tierra hemos sido testigos de como se fueron secando paulatinamente los abundantes manantiales “al grado que hoy esos sitios son lagartijeros secos y estériles que da pena y vergüenza visitarlos.” A inicios de esta tercera década del Siglo XXI le diría a Don Alfonso que lo que vimos en ese entonces ya ni siquiera son lagatijeros, porque la fauna incluso ha desaparecido de estas áreas por sed o porque les invadieron con muchas viviendas su hábitat.
Si usted, amable lector, se detiene unos momentos a observar algunas de las áreas donde crecieron grupos de árboles que se habían acoplado a nuestro terreno porque ahí había humedales o agua subterránea, se dará cuenta que esos árboles están ya secos y solamente su cadáver ha quedado como mudo testigo de que humedales y agua subterránea han desaparecido.
Pirules, mezquites y otras especies que son resistentes al estiaje, incluso, yacen lentamente. Los árboles que han sido plantados en jardines y bulevares corren la misma suerte. El riego de las cuadrillas de jardineros del Ayuntamiento ya no es suficiente ni paliativo de tal propósito. Todo eso nos muestra que el asfalto y el cemento ya no permite la recarga de agua en el subsuelo. Lo mismo esos jardines de fantasía, a los que por cierto, pagaron mucho dinero a los arquitectos o diseñadores de parques, que vinieron y plantaron flora exótica y adornos de pedrería, y que para tal efecto, pusieron plásticos o polímeros que no permiten el paso del agua al subsuelo cuando llueve, evitando la recarga o que al menos la tierra se humedezca.
En ese mismo sentido, la efervescencia del desarrollo y el crecimiento urbano se alimenta de la especulación de los terrenos, no del cuidado del medio ambiente, bajo el manto del cambio de uso de suelo de las autoridades en turno. Levantando escenarios engañosos de ambientes naturales, rodeados de palmeras u otros arbustos exóticos, con plásticos que acumulan algunos litros de agua y otros espejos cerca de sus oficinas de venta.
La inmisericorde cantidad de casas que las desarrolladoras han construido sin un plan de desarrollo ha invadido avenidas naturales de agua, canales que vayan a la recarga del agua al subsuelo. Las obras están diseñadas para desalojar el agua y que corra según la naturaleza de la cuenca del Lerma.
Detengámonos un poco en este sentido. Ya hemos dado por sentado que no hay agua suficiente en nuestro subsuelo de la capital. Y para el abastecimiento se construyó el Acueducto II. Este ha sido posible gracias al tratamiento y traslado del agua de lugares del semi-desierto y aprovechando el agua de la Presa Zimapán. Recordemos que estas aguas son recolectadas en esa zona y se abastece de las aguas grises tratadas provenientes de la capital del país. Toda vez aquella es extraída del Sistema Cutzamala, se usa y se desecha hacia el Estado de Hidalgo y luego viene a depositarse en la referida presa.
¿Hacia donde se va y como es utilizada el agua drenada de Querétaro? ¿Qué programa de aprovechamiento y cuidado del agua a corto, mediano y largo plazo se ha elaborado? ¿Cuánta agua se pierde en las fugas y deterioro del viejo sistema de distribución doméstica e industrial? ¿hay un diseño de vialidades para que transporte pesado no circule en áreas donde afecte a la tubería y cause estragos de fugas de agua potable? ¿Cómo se rescatarán las presas y bordos que están alrededor de la mancha urbana y que se esta expandiendo hasta remotos lugares rurales y semirurales de la región? ¿Qué ha sucedido con los estudios de las cuencas de nuestra región?
La especulación de la tierra y la demanda de vivienda por el crecimiento urbano e industrial desmedido y sin control de Querétaro nos ha quitado la atención sobre el tema de la escases del agua. Se presume de que mas y mas industrias se asientan en la zona metropolitana, pero no hay suficiente información sobre la proyección del uso, consumo y manejo del agua.
El stress hídrico al que estamos sometidos en toda esta amplia región de la meseta central del país no ha sido lo suficientemente abordada en el marco del calentamiento global, de los efectos del medio ambiente trastocado, y del desmedido crecimiento de la mancha urbana. Para cuando se ponga en marcha el sistema de abastecimiento del Acueducto lll este ya estará rebasado. ¿Que lecciones nos deja la evaluación, uso y desuso del Acueducto II?
El agua se nos va y no hemos aprendido de la historia del aprovechamiento del agua en las zonas áridas de México y del mundo. Aunque urgidos, estamos a tiempo de rectificar la planificación del suministro y aprovechamiento del agua que se nos va.
*Nota al pie de página.
Con esta entrega se cierra esta serie de tres sobre el agua, aunque el tema no se agota aquí. Quiero agradecer al espacio de Diálogos en el Infierno, del Demon, que me permita comunicarme con los lectores mediante estas entregas semanales, con las cuales en esta ocasión ya cumplimos el primer año. Y desde luego agradecerles a ustedes que leen estas líneas, y que me han acompañado en este primer año. Espero seguir contando con la preferencia de ustedes para abordar temas de nuestra sociedad y nuestra cultura urbana.
En tuiter @manuelbasaldua
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