El Limón por las nubes y el Covid en los más alto de contagios en Querétaro

 

Me Lleva El Diablo 17 de enero 2022

 

Se disparan los contagios Covid en Querétaro; 7 semanas durara la cuarta ola, y el precio del limón por las nubes.

El viernes pasado, es un solo día, Querétaro sumó 5 mil 446 nuevos casos de COVID-19, para un registro acumulado de 107 mil 283 casos; se dispararon los contagios en la entidad y con ello se prenden los focos rojos ya que la cresta de la ola de contagios se estará presentando en las próximas dos semanas.

 

En el estado, y en todo el país, se ha pasado en tan solo unos días de vislumbrar una nueva ola de Covid-19 a contemplar la peor escalada de la pandemia. La variante Ómicron ha acelerado la propagación del virus hasta un ritmo de vértigo que aún no permite hacer un balance completo de los efectos de las navidades, esa es la realidad.

 

Se evita, de momento, imponer restricciones como las del año pasado que mantuvieron a la población queretanas bajo continuos confinamientos, porque no podemos darnos ese lujo ante la, también, pero cuesta de enero de toda la vida, ante una crisis económica que apenas empieza a sentir.

 

Por ejemplo, de que en estos días hasta en los círculos familiares y de amigos, a parte del del bicho, uno de los temas de conversaciones el limón. Y todo porque el precio del cítrico anda por las nubes —en algunos casos reportan que hasta en 90 o en 100 pesos el kilo—. Esto a causa de la estacionalidad y a que se reporta que hubo menos producción. Como sea, el caso es que, entre broma y verdad, las conversaciones transitan del precio del limón al del aguacate y de ahí pasan a la carestía por la que está atravesando el país, en medio de una de las más complicadas cuestas de enero de los últimos tiempos, que se combina con la cuarta ola del virus, de ómicron.

 

A la odisea sanitaria – y económica- para muchos queretanos, se suma también la travesía, las trabas administrativas y medicas para conseguir, primero una prueba, y segundo la incapacidad laboral por Covid.

 

Es evidente la incapacidad para medir la dispersión del virus y la dificultad que afronta la población para acceder fácilmente a test para confirmar el virus.

 

Resulta que la ola de Covid-19 no para, la variante Ómicron ya causa récords de contagios, aunque hasta ahora ha puesto más en jaque a la aplicación de pruebas y la expedición de licencia laborales por el motivo de la pandemia, a los hospitales se les monitorea y ya algunos están al 100 por ciento de capacidad.

 

En Querétaro el Comité Técnico para la Atención de COVID 19 acordó que, ante la situación epidemiológica observada actualmente, caracterizada por un incremento en el número

de casos y el aumento del consumo de pruebas diagnósticas, recomienda extremar las medidas para hacer un uso racional, y así asegurar la provisión de estas – de las pruebas- tanto para la vigilancia epidemiológica, como la atención médica y la licencia laboral.

 

Mientras que un Hospital del IMSS nuevamente está al 100% de ocupación, esto de acuerdo con datos de la Red IRAG del gobierno federal que se basa en los reportes de las entidades federativas, al cierre del 12 de enero el Hospital General número 2 del IMSS, en El Marqués, estaba a un 100% de su capacidad en la atención de pacientes COVID 19.

 

Esto nos hace ver, sin embargo, que, los números podrían estar mostrando también una especie de tope en la curva ascendente, lo cual podría deberse a que la cantidad de pruebas de las que se disponen tienen también un límite.

 

Por cierto, que, en materia de pruebas, el Gobernador del Estado, Mauricio Kuri, hizo un nuevo llamado a hacer un “uso racional” de las mismas, para asegurar su provisión en vigilancia y atención médica a quienes verdaderamente la necesitan.

 

Pero no solo se quedo en un llamado para actuar responsablemente, al mismo tiempo anuncio la inversión de 60 millones de pesos para la compra de insumos para la aplicación de pruebas, porque sabe perfectamente que esta semana y la que viene la cuarta ola llegará a su punto más alto.

 

Lo que queda claro es que nada detendrá esta oleada de Covid. Y sea Ómicron u otras cepas, su presencia, alta o baja, durará por lo menos siete semanas más o menos, mejor dicho, se extenderá a siete semanas, más allá de febrero o del invierno.

 

Lo decimos con claridad y conocimiento poque los funcionarios determinantes de las instituciones de salud: las secretarias estatales y federal, del IMSS y del SSSTE, celebraron reuniones desde el martes pasado por la noche y esa fue su conclusión.

 

Han mantenido el bajo perfil tanto de las reuniones como las conclusiones de las mismas por múltiples razones, por ejemplo, los hospitales empiezan a saturarse a pesar de, dice el discurso oficial, ser un virus menos agresivo y no requerir internamiento en la mayoría de los casos, pero a pesar de ese discurso hay preocupación por lo que viene.

 

Pero el principal motivo de ocultar la información, dicen, es para no causar angustia en la población y que se desate una ola de pánico social que tenga funestas consecuencias tanto económicas, sociales, y de salubridad.

 

En México desde el inicio de la pandemia se han registrado más de 4,2 millones de casos y 300.000 fallecidos, según los datos de la Secretaría de Salud, que reconoce que la cifra real de muertos podría ser del doble.

 

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