NO ES CONTIGO, PERO SÍ ES CON TODO

EL LLANO EN LLAMAS

Sergio Romero Serrano 130122

NO ES CONTIGO, PERO SÍ ES CON TODO

Solo una parte de la consigna de campaña del actual gobierno estatal se va a cumplir: no va a ser contigo, pero si va ser con todo. Las primeras acciones de la administración lo están describiendo. Ya lo habíamos dicho: el eslogan -aunque vago e impreciso- señalaba bien la intencionalidad de los programas de gobierno que iba a implementar. Es contigo pero no en el sentido del acompañamiento. Pero sí es con todo. Y este será, es el tono del sexenio.

Una medida impopular, inoportuna y costosa en todos los sentidos, ha resultado la determinación del Gobierno del Estado al reemplacamiento del parque vehicular que circula en el estado. Se entiende que las primeras medidas económicas adoptadas son para acercar mayores recursos al gobierno que recién inicia y que junto con el incremento al predial y la posible compra de nueva deuda pública, señalan la desesperante situación financiera que enfrenta.

Estas medidas recaudarán miles de millones de pesos cuyo destino -hasta ahora- no se han estimado, no se ha dicho cuánto se espera recaudar y dónde se aplicarán los recursos.

La claridad nunca ha sido una constante de los gobiernos en nuestro estado. La justificación política a la medida del reemplacamiento, no alcanza a explicar razonablemente su determinación. La certeza jurídica invocada es realmente infantil y demuestra la falta de imaginación en el grupo de asesores del gobernador. Tampoco es algo nuevo ni exclusivo. Siempre les falta honestidad y congruencia política.

La pandemia es un contexto que se ha soslayado en el discurso oficial o, por lo menos, no se la ha dado la importancia debida. A la dolorosa situación económica de la pérdida de empleos y microempresas familiares, se adiciona el alza de los impuestos estatales y municipales, agravando aún más la crisis económica. Agregue el repunte de los contagios que implica gastos adicionales en las familias.

Respuestas a estos cuestionamientos hay muchos en las redes sociales. En un sentido y en otro. Sin embargo llama la atención algunos que delatan la impresionante insensibilidad social y la carencia de empatía a los que más golpea esta crisis. Recuerdo uno que sugería que “…si no te alcanza para el nuevo emplacamiento, vende tu auto y súbete al autobús…” como si contáramos en Querétaro con un sistema de transporte público confiable, eficiente, oportuno y económico.

Este es un tema aparte digno de varios artículos y que se puede plantear a partir de una sola pregunta. ¿Por qué al estado mexicano, en general, ya que no es privativo de Querétaro, no le interesa contar con un sistema de transporte público eficiente y confiable, pero sí con una red de vialidades más o menos aceptable? Hay respuestas a la vista que pasan por las políticas públicas de la movilidad de los ciudadanos por el espacio público, que ya había insinuado el Doctor Manuel Basaldúa, colaborador de este espacio, en su entrega de la semana pasada, aquí en Diálogos en el Infierno.

Son políticas que pasan por la industria automotriz y la industria de la construcción, ligada a la obra pública de los gobiernos de los estados. Toda la derrama económica, legal e ilegal, que pasa también por los desarrolladores inmobiliarios. La ciudad de Santiago de Querétaro es un buen ejemplo de esto. Piense también, amigo lector, por ejemplo, en los esfuerzos económicos que realizan todas las familias para contar con el vehículo propio que les permita resolver el problema de desplazarse por la ciudad. Si hubiera un sistema seguro, viable y oportuno, todo este desgaste sería mucho menor.

Volviendo al tema central, son más de medio millón de vehículos que transmitan por el territorio estatal y que serán sujetos de un impuesto adicional a través de la nueva placa que asegura -para el gobierno- un recurso al que no va a renunciar. Ya lo anunciaron.

La explicación a ello, insisto, está pendiente. La desilusión y el desaliento, totalmente previsibles desde la campaña, por la trayectoria y el perfil del actual gobernador, este desatino lleva a replantear la viabilidad de la revocación del mandato, no solo para los presidentes de la República, sino extensible también para los gobernadores de los estados.

Debemos de señalar claramente esta demanda ciudadana y poner a trabajar a los diputados para que realmente nos representen en el congreso del estado. Más allá de la inconformidad por la decisión administrativa -que solo es coyuntural- vayamos al fondo de la cuestión: es el cumples o te vas.

Una movilización profunda y a fondo es tal vez empezar a solucionar realmente las cosas.

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