Vivienda: especulación y patrimonio familiar

Me Lleva El Diablo 23 de noviembre

 

La vivienda se ha convertido en una cuestión de seguridad de estado y de interés público; es claro eso, y en torno a la vivienda gira una serie de temas fundamentales para la vida cotidiana de todos los queretanos.

 

En torno a la vivienda gira una serie de intereses que van desde la especulación de la tierra, del agua – que debería de ser derecho humano-, y en torno a ella gira la seguridad social de los queretanos.

 

Es real que la vivienda es el principal patrimonio para cinco de cada diez hogares en México, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre las Finanzas de los Hogares del Inegi.

En promedio, el 54.4% de las familias tienen como principal activo no financiero la casa en la que viven, sin embargo, se calcula que solo el 68% es propietaria de esta.

El estado de Querétaro registra el cheque individual promedio Infonavit más alto del país con 750 mil pesos, y de 680 mil pesos en el caso de Unamos créditos.

Según la titular del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, Diana Félix Andrade, el comportamiento positivo que presenta la entidad, luego de la emergencia sanitaria, es de magnificarse.

Este comportamiento se refleja en el nivel de cotización de los trabajadores como en el cumplimento de los patrones, pero todo es en beneficio de los desarrolladores, los grandes ganadores del negocio de la vivienda.

Por ejemplo, la encargada de la Delegación Regional del INFONAVIT en Querétaro, Diana Félix Andrade, manifestó que en el estado de Querétaro aumentó la derechohabiencia y actualmente cuentan con un aproximado de 750 mil cotizantes.

“La derechohabiencia en el estado de Querétaro sigue creciendo de manera bien importante, hoy traemos 750 mil cotizantes y eso nos motiva a seguir trabajando con toda la sinergia de los representantes y los trabajadores”

 

Aunque no todos se ejercen en teoría y en la práctica, son 750 mil créditos que se quedaran en los bolsillos de los desarrolladores, a cambio de vivienda de mediana a pésima calidad; y no se diga los servicios: luz -apagones-, drenaje – inundaciones-, servicios de recolección de basura – privatizados- y agua.

Los vivienderos controlan los cambios de uso de suelo, controlan la especulación de la tierra, saben a dónde va el crecimiento y el desarrollo de infraestructura social, como es el caso de la recién presentada carretera 413, que hasta donde se sabe ya los terrenos que llegan hasta la comunidad de La Cueva, en Corregidora, ya cambiaron de dueño: de los pequeños propietarios a los empresarios de la vivienda, incluidos muchos funcionarios de primer nivel.

Y tienen velador: el presidente municipal Roberto Sosa, que cuida esos intereses como si fueran de él.

Los desarrolladores controlan todo, y lo fundamental: el agua.

Será por eso la urgencia de que el agua para el Acueducto III sea extraída de la presa Zimapán, como adelantó Raúl José Medina Díaz, director local de la Conagua en Querétaro, quien dijo que es la propuesta inicial de la CEA. Medina Díaz detalló que deberán solicitar una concesión para poder extraer el agua, por lo que se trabajará en coordinación con la CFE y Conagua.

Sin embargo, realmente son 6 proyectos para abastecer de agua a la zona metropolitana de Querétaro los presentados ante la Comisión Nacional del Agua (Conagua), entre los que está el Acueducto III con capacidad para surtir los próximos 50 a 100 años, de acuerdo a la CEA.

A los desarrolladores les urge tener la certeza del agua, porque ya tienen todo listo para invadir de concreto lo que queda de la zona metropolitana, y se prestan a abordar al único municipio que tiene reservar territoriales, que, aunque son zonas boscosas, de protección ambiental, no se tentaran el corazón para deforestarlo.

Huimilpan es el objetivo actual de de los voraces desarrolladores, y tenga por seguro que los funcionarios de la actual administración municipal, que encabeza Juan Guzmán, aunque se diga verde ecologista, se prestará a dar todos los cambios de uso de suelo que se requieran, los cambios de densidad poblacional, licencias de construcción: todo lo que pidan sus patrones los desarrolladores.

Mientras a los vivienderos se les queman las habas por saber si se ejecutara el ambicioso proyecto del Acueducto III, les urge tener legalmente el agua en su poder.

No tendrán que esperar mucho, será en dos semanas aproximadamente que les informen si es factible alguno de sus proyectos que presentó la CEA, para después comenzar con la gestión de los recursos públicos.

Entre las propuestas están el acueducto III que podría tener la capacidad de 3 milímetros cúbicos para trasladar el líquido, para el cual se requiere una inversión de 6 mil millones de pesos y podría dar abasto para los próximos 50 años.

Eso es el plan: van por el agua de Zimapán, por Huimilpan y sus tierras, porque El Marqués, Corregidora, Querétaro y hasta Tequisquiapan ya son de ellos.

 

 

 

 

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