El PAN desunido y dividido e infiltrado

Me Lleva El Diablo 15 de noviembre

 

Profunda y severas crisis de identidad, luchas intestinas de grupos de interés tienen al Partido Acción Nacional en la lona, y muchos panistas como Pancho Domínguez ayudan a enterrar a su partido.

 

El exgobernador de Querétaro, junto con otros panistas inconformes porque no ganaron la dirigencia nacional, con sus críticas y posicionamiento, su negativa a trabajar por su partido, abona a profundizar la fractura que hay en el blanquiazul.

 

Mal y de malas anda en el PAN y no quiere darse cuenta de que a pesar de ser la oposición más “fuerte” de Morena, se muestra débil, dividido, desunido, sumergido en una guerra interna que lo está destruyendo, y en ello colaboran todos los panistas; se están dando entre ellos hasta con la cubeta.

 

Es decir, que, con un PAN debilitado, dividido y su líder abandonado y desairado por los liderazgos de su partido, la 4T y Andrés Manuel López Obrador tendrán prácticamente el camino libre para instaurar un régimen que se quedará al menos un sexenio más conduciendo al país.

 

La semana que recién terminó el líder nacional panista, Marko Cortés, emitió un comunicado en donde invitaba a panistas opositores a su gestión a que asumieran un cargo en la dirigencia y fueran delegados electorales en los estados donde se renovarán gubernaturas el próximo año.

 

Ello después de su declaración donde sentencia que el PAN pierde en todas, tal vez hasta en Aguascalientes.

 

Sin embargo, casi todos los convocados se negaron: Damián Zepeda, Gerardo Priego, Adriana Dávila, Gustavo Madero, Francisco Domínguez y Roberto Gil, se enteraron de su nombramiento con la emisión de la comunicación oficial en redes.

 

Los panistas en rebeldía se quejaron de las formas en las que hace política su líder nacional y dijeron que por eso estaba así el partido al presidirlo por redes sociales.

 

Los únicos que aceptaron el cargo fueron Santiago Creel y Gustavo Madero. Todos los demás lo rechazaron porque prevén que las derrotas se las van a endosar a ellos.

 

Hay quienes ven plan con maña del michoacano, él podrá argumentar que los invitó y lo rechazaron; pero en política las formas cuentan.

 

El vacío que le hicieron los panistas convocados al dirigente nacional Marko Cortés, evidencia las dos cosas más graves que le ocurren en este momento al principal partido de oposición en el país: por un lado, su dirigencia ha perdido el liderazgo y el rumbo del partido, justo en momentos en que el panismo debiera ser el ancla de la alianza opositora, y por el otro las divisiones internas y la pérdida de confianza hacia quien encabeza el CEN confírmala desunión que afecta en estos momentos al blanquiazul.

 

Y ello solo beneficia a Morena, porque nadie, ni los grupos que se oponen a Marko Cortés quedan bien.

 

El colapso que vive el PAN es de miedo, y los panistas de a pie deberán estar más atentos y manifestarse para recomponer la situación al interior del PAN, no basta con las declaraciones de “liderazgos” que a leguas se ve que solo buscan imponer sus intereses personales.

 

Como muestra de la descomposición que vive el PAN no está solamente los críticos a la dirigencia, no, hay cosas más profundas como las denuncias de militantes que han renunciado por considerar que hay mucha corrupción al interior del partido, en todos los estados y más en donde gobierna el PAN.

 

Así pues, en un mes la bancada del PAN perdió a tres senadores y pasó de 25 a 22.

 

La última en dejar el PAN fue de la senadora por Aguascalientes Martha Márquez que renunció ayer a su militancia de 18 años.

 

Señaló que el albiazul perdió la esencia bajo la actual dirigencia nacional, a cargo de Cortés, a quien acusó de no permitir la democracia en el partido. “La dirigencia nacional hoy no permite que haya democracia, no se permite a los ciudadanos afiliarse libremente a Acción Nacional. Existen favoritismos para los amigos del presidente en turno”.

 

Así es que en momentos en que entramos al proceso electoral de 2022 en donde se renuevan 6 gubernaturas, en la antesala de las elecciones de 2023 en el Estado de México y la ya abierta sucesión presidencial, las cosas no pintan bien para la oposición política, con un PAN, que es el partido que se supone más sólido de los opositores.

 

Y sin oposiciones que le hagan sombra ni contrapeso, el partido oficial, con todo y sus inconsistencias, pleitos y divisiones, le dará al presidente para cumplir con su objetivo de garantizar la continuidad de su movimiento político en2024y dejar a su sucesora -o sucesor- en la Presidencia de la República.

 

Parece que en el PAN nada ni nadie detiene este derrumbe, y todo indica que algunos, o muchos panistas, tienen la consigna de dinamitar a su partido como pago a favores recibidos, como la impunidad, por parte del gobierno federal,

 

 

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