Me Lleva El Diablo 1 de septiembre
Falta un mes para que Mauricio Kuri entre en funciones como gobernador del Estado, pero no ésta por demás hablar de la ceremonia de su toma de posesión, que particularmente veo en un espacio abierto como el estadio Corregidora, o el recién construido estadio olímpico. ¿Por qué no?
Espacios hay: el Querétaro Centro de Congresos, pero es un escenario cerrado; el recinto ferial, en El Marqués, pero igual no esta a la altura de un acto de toma de gobierno, es más para festejar ahí con alguna banda – de música, no piense mal-, que tampoco es lo propio.
Igual esta Plaza de Armas, donde lo hizo Pancho Domínguez, pero en ese tiempo no había pandemia.
Lo cierto es que al PAN le urge presumir, cacaraquear el triunfo en la entidad, el triunfo de Pancho Domínguez -los votos cuentan y hablan- y Mauricio Kuri, porque al PAN solo les quedan dos gubernaturas después de las elecciones del 6 de junio.
Querétaro es una de ellas, con un resultado sorprendente Mauricio Kuri se alzó con el triunfo, y digo sorprendente por la ventaja que le sacó a Celia Maya de Morena, porque se esperaba el triunfo Kuri, pero no con tan amplio margen.
Un gran bono político que tiene el aún gobernador electo, y con ello, como diría el Hombre Araña, una gran responsabilidad.
En su dimensión, y valga la comparación, el margen con el que ganó Mauricio Kuri es igual o mayor que con el que triunfó Andrés Manuel López Obrador.
Aunque el mandatario federal llega a mitad de su mandato, hoy 1 de septiembre, con una gran aceptación, con un 60 por ciento de popularidad de manera positiva, un todopoderoso.
Kuri González iniciará su administración igual, muy bien calificado, y ese será el reto, mantener esa calificación, y se puede lograr de dos maneras: de forma artificial, creada mediáticamente, o de manera real, creada por sus obras y acciones.
¿Luego entonces, por qué no? Porque no organizar una toma de posesión del gobierno en un acto masivo con todo y cuidado de las medidas sanitarias.
Por qué no mostrar el musculo, si inicia con un bono democrático alto, que tiene que mostrar ante los ciudadanos principalmente, pero dirigido también a la clase política local y del país.
Claro que tienen que estar en su asunción la crema y nata del panismo nacional y local, de los empresarios nacionales y locales, de senadores, diputados federales, por mencionar a unos pocos de los que deberán de ver la fortaleza de Mauricio Kuri.
Y que mejor que lo haga en un recinto abierto, pero con identidad queretana y reconocimiento nacional, como bien podría ser el estadio La Corregidora, o el recién construido estadio olímpico, donde una vez fue el estadio municipal, casa de toda la vida de los verdaderos Gallos Blancos.
Obvio es que la forma en que organice su toma de posesión va a ser cuestionada, para bien o para mal.
Lugo entonces porque no brindar un escenario de poder para él y para despedir a Pancho Domínguez, que se va, pero se queda.
A mostrar el musculo el 1 de octubre, que a partir de este 1 de septiembre hay otra realidad política en el país, tanto en las gubernaturas como en el Congreso Federal, y eso le cambiará la cara al PAN, en donde Pancho Domínguez y Mauricio Kuri pesan y son baluartes.
Ese estadio – el que sea- sería declarado recinto oficial del Congreso local para que ahí sea la ceremonia para ungir a Mauricio Kuri, como nuevo gobernador del estado, y que para que el grupo en el poder ovacione, reconozca a Pancho Domínguez que se despedirá con buenas calificaciones, por lo menos en las encuestas.
Es solo una propuesta, bueno más que propuesta un breve comentario, y con ello se buscaría establecer un precedente para el panismo local y nacional, y para presentarse en sociedad ante todo el país,
El problema: que la posibilidad de lluvia para ese día no vaya a estropear la ceremonia.
De la oposición ni se preocupen: Morena sigue siendo comparsa del fracaso y botín de sus tribus, y del PRI se esperan puros aplausos, es decir son y serán solo adornos y parte del escenario.
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