Me Lleva El Diablo 23 de agosto
“puede haber políticos presos, pero no presos políticos”, dijo AMLO el fin de semana a Ricardo Anaya; después de que no pasó nada con el caso de Emilio Lozoya ni con los expresidentes, pese a la Consulta Popular, ahora el presidente de la República se dejó llevar por un nuevo frente mediático llamado Ricardo Anaya.
Pero la pregunta que surge del espectáculo mediático del fin de semana es: ¿A quién le beneficiará más la exposición al final del día? Algunos ganan más cuando hay ruido que nueces.
En Me Lleva El Diablo 6 de julio informamos que la FGR buscaba a Ricardo Anaya. Que un nuevo escándalo político estaba en puerta en la entidad, en el país.
Todo porque el posicionamiento que semana a semana hace Ricardo Anaya en las redes sociales – con razón o sin razón- se ha convertido en una piedra en el zapato para Morena, para AMLO.
Escribimos que desde que el excandidato del PAN a la presidencia de la República anunciará que no buscó ningún puesto de elección popular en la pasada elección, dando a conocer que en mejor iniciaba un recorrido por el país para posicionarse para las elecciones del 2024 y con ello emitir un pronunciamiento semana a semana, parece que sus criticas directas al presidente Andrés Manuel López Obrador, para bien o para mal, surten efecto en la 4T.
Dijimos que “Así que a raíz de ello todo indica que se avecina un escándalo mayúsculo que puede cimbrar a la clase política queretana, y es que el gobierno de la República, Andrés Manuel López Obrador, mejor dicho, tiene en la mira al político panista creado en Querétaro”.
Y así fue, y el 6 de junio, un mes después, publicamos que “La FGR le allana el camino a la dirigencia nacional del PAN a Pancho”. “Porque la Fiscalía General de la República (FGR) busca procesar a Ricardo Anaya.
Dijimos que “todo indica que se avecina un escándalo mayúsculo que puede cimbrar a la clase política queretana, y es que el gobierno de la República, Andrés Manuel López Obrador, mejor dicho, tiene en la mira al político panista creado en Querétaro”.
Y que “En la lucha contra la corrupción, el principal eje de AMLO se ha tomado la decisión de ir sobre Anaya, todo por sus publicaciones semanales, por los mensajes retóricos de llamado “joven maravilla”.
Planteamos que “en el presente proceso, el de Lozoya, se dice que del trato con el gobierno para que litigara en libertad hasta ahora, finalmente se acabó, y se giró la instrucción de para buscarle “algo” a Ricardo Anaya para meterlo a la cárcel.
Unos días después se confirmó que Emilio Lozoya reactiva sus acusaciones y se revela que derivado de la indagatoria por la denuncia de Emilio Lozoya, la Fiscalía General de la República investiga a los operadores del exmandatario Enrique Peña Nieto y de su secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, así como del excandidato presidencial del PAN, Ricardo Anaya Cortés.
Señalamos que “Luego entonces, la reapertura de la carpeta de la FGR tiene un sesgo político, y lo que realmente se quiere es dejar a Ricardo Anaya, primero fuera de la competencia por la dirigencia del PAN, pues es de todos conocidos que es él quien realmente controla al partido que encabeza Marko Cortés, que pretende reelegirse”.
Y que “Con ello – con la activación de la carpeta- el gobierno federal, Morena, o AMLO concretamente, desactiva a su principal crítico y de paso lo deja fuera por la competencia por la presidencia de la República en el 2024”.
Comentamos que “Así, se busca allanarle el camino a la dirigencia nacional a un político con mayor acercamiento, o con quien se pueda pactar, o dialogar, que en este caso podría ser el actual gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez.
Y es que AMLO mantiene una excelente relación con el mandatario queretano, lo ha defendido y reconocido en varias ocasiones en sus mañaneras, tal vez por eso le da una ayudadita para que pueda llegar a dirigir al PAN.
Tal vez por eso ya ni se menciona al famoso “Chespirito”, el exsecretario privado del gobernador de Querétaro, que también fue gabado recibiendo millones de pesos en efectivo, en maletas.
La diferencia de hace 2 meses, de lo que dijimos en junio y julio, es que el sábado el presidente de la República, desde su quinta en Palenque Chiapas, interrumpió la redacción de su discurso de su III Informe de Gobierno y no dejó pasar el señalamiento de persecución política del cual lo acusó el excandidato presidencial del PAN, Ricardo Anaya Cortés.
Y a diferencia de señalamientos anteriores, que no pasan desapercibidos para AMLO, ahora el mandatario acusó de recibido y dio respuesta de que “puede haber políticos presos, pero no presos políticos”.
Lo que confirma que, por un lado, saca a Ricardo Anaya de la jugada interna del PAN y con ello del 2024, y proyecta indirectamente a Pancho Domínguez a la dirigencia nacional del blanquiazul, así tendrá en él – en Pancho- a un interlocutor para lograr acuerdos, principalmente en el ámbito legislativo, y en las candidaturas del 24.
Esa es la jugada, quién sabe si funcione, mientras y como dijo AMLO: ‘Si lo acusan y es inocente, que no se ampare ni huya”.
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