Me Lleva El Diablo 17 de agosto
El Centro Histórico de la ciudad de Querétaro no solo tiene uno de los legados arquitectónicos más ricos del país, sino también uno de los más bellos y mejor preservados.
Querétaro es el cruce de los caminos de la historia de México, ha sido escenario de pasajes definitivos para el rumbo de la nación: fue el crisol donde se forjó el movimiento independentista a partir de la más importante conspiración contra la Corona Española, en los primeros años del siglo XIX; en 1848, se discutió aquí el Tratado de Paz con Estados Unidos; Querétaro significó el fin del Segundo Imperio y el Triunfo de la República en 1867 y fue la sede del Congreso Constituyente de 1916-1917, donde el Presidente Venustiano Carranza promulgó la Carta Magna que hoy, a más de 100 años después, aún nos rige.
En 1996, siendo presidente Municipal de Querétaro Jesús Rodríguez Hernández, el Centro Histórico se sumó a la lista de sitios considerados Patrimonio Cultural de la Humanidad por parte de la UNESCO, cumpliéndose en este 2021, 25 años del ilustre nombramiento. gracias a que la ciudad logró mantener el trazado tradicional de las ciudades españolas junto con las sinuosas callejuelas de los barrios indígenas.
El Centro de la ciudad cuenta con 1,400 monumentos históricos, es un espacio urbano mestizo del siglo XVI, con una traza arquitectónica barroca de los siglos XVII y XVIII.
Como lo han escrito varios cronistas, más allá de las historias románticas que hacen referencia a sus orígenes, el Acueducto es considerado la obra más importante del siglo XVIII, un trabajo de la ingeniería hidráulica de aquellos años y que se realizó a iniciativa de don Juan Antonio de Urrutia y Arana, Marqués de la Villa del Villar del Águila, benefactor de Querétaro.
Otros monumentos que fueron considerados para que se lograra este nombramiento fueron: la Casa de la Corregidora, el Teatro de la República, el templo de San Agustín, el templo y convento de la Santa Cruz, el Santuario de la Congregación, el ex convento de Capuchinas; museos como el Museo de Arte y el Museo de la Ciudad además de plazas y jardines como el jardín Zenea, la Plaza de la Independencia o Plaza de Armas, la Plaza de la Constitución y el Jardín Guerrero.
El hecho de que la ciudad de Querétaro haya sido considerada como Patrimonio Cultural de la Humanidad, significa que somos herederos de un tesoro de valor incalculable al que estamos obligados a proteger y conservar; de la misma forma en que lo recibimos de nuestros antepasados somos responsables de entregarlo a las nuevas generaciones.
Así, la ciudad tuvo desde sus inicios un doble carácter que todavía se distingue a partir del eje norte-sur de la calle Corregidora: al poniente, con trazo reticular, la parte española y, al oriente, de calles estrechas y sinuosas, la india.
La ciudad nació como un cruce de caminos y hoy mantiene ese carácter, lo que significa que queda muy a la mano (dos o tres horas) de infinidad de ciudades como México, San Luis Potosí, León y Toluca, entre otras.
En el tema de patrimonio cultural, Querétaro ha sido un referente nacional con respecto a su conservación y manejo, reflejo del trabajo realizado a lo largo de más de cinco lustros por decenas de personas con el esfuerzo conjunto de los organismos públicos, las comunidades y los especialistas, con un sello orgullosamente local.
La misma vocación cultural de las y los queretanos ha generado una importante y activa agenda de actividades, incluyendo ser la sede en México del Hay Festival, uno de los eventos culturales más importantes del país, que se realizará del 1 al 5 de septiembre, en formato híbrido con eventos presenciales y digitales.
Festejemos pues, con sana distancia y las medidas sanitarias necesarias, los 25 años de ser Patrimonio de la Humanidad, la ciudad merece un verdadero homenaje por su resistencia y persistencia a ser una bella ciudad.
Por eso creo que el Hay Festival te hará conocer y entender por qué Querétaro cumple 25 años como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
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