Ambientalistas de Querétaro denunciaron la existencia de violencia inmobiliaria sobre las reservas ecológicas, particularmente en el municipio capitalino, donde los desarrolladores adquieren y venden terrenos en zonas de protección ecológica mediante procedimientos irregulares, para después ejercer presiones económicas y urbanizar las áreas naturales protegidas. Al referirse al caso de Tierra Noble, la ambientalista América Vizcaíno señaló que este es el modus operandi de los desarrolladores en todo el estado, porque después de vender varios terrenos, ejercen presión sobre las autoridades municipales para que autoricen permisos, infraestructura, equipamientos y servicios en zonas decretadas como áreas naturales protegidas.
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