Me Lleva El Diablo 19 de julio
Alerta en Querétaro: después de vacaciones regresamos al escenario B o C.
Sobrevivir a la pandemia se h convertido en un juego para los queretanos, y el tomar a juego o relajo el entrar al escenario A nos ésta llevando a un nuevo confinamiento.
Alerta en Querétaro por la tercera oleada de la pandemia, hoy el grupo de 20 a 49 años reúne más del 70% de los contagios y pacientes sin enfermedades previas están ingresando a las áreas de cuidados intensivos de los hospitales con neumonía grave e incluso muchos de ellos están falleciendo.
Hay preocupación, entre la población y las autoridades, y como no si el registro acumulado es de 70 mil 119 casos; 51% son mujeres y 49% son hombres. Se han registrado cuatro mil 824 defunciones.
Y en la semana que termino, con corte al viernes pasado, se triplicaron los casos, y en el estado ese día, se sumaron 220 casos de la enfermedad; se trata de 119 mujeres y 101 hombres.
Además, con sintomatología leve, aislamiento y manejo en su domicilio hay 509 pacientes
El repunte de la pandemia en Querétaro es más delicado de lo que se piensa, se cree o se ha diagnosticado, principalmente porque la variante delta, la nueva cepa, más contagiosa y resistente, que está detrás de la tercera ola en el país, se ha detectado entre los últimos contagiados.
Más contagiosa y resistente a las vacunas -ahí esta el caso del mismo gobernador Francisco Domínguez que a pesar de haberse vacunado contrajo el virus por segunda ocasión- se ha convertido en el nuevo peligro de la pandemia del coronavirus.
El incremento de casos tiene muchas aristas, lo cierto es que Querétaro -y en todo el país- ha comenzado a registrarse un fuerte incremento de casos y los contagios se han triplicado en una semana, concentrándose fundamentalmente en perfiles jóvenes y población no vacunada.
A pesar de la vacunación, la situación de esta tercera ola de contagios es peligrosa, delicada, y llega en pleno verano, en plena época de vacaciones, creando las condiciones para que el repunte de la pandemia sea más fuerte de lo que se pudiera prever por parte de las autoridades sanitarias.
El riesgo es latente, real, aunque los especialistas – en el ámbito nacional- llaman a la calma subrayando que es común que surjan variantes en un ciclo que a grandes rasgos resumen así: una versión del virus predomina en una población; después cede y bajan los casos, la primera oleada; comienza un periodo de transición y aparecen nuevas variantes- la segunda oleada-, y finalmente una versión más apta vuelve a dominar los contagios hasta decaer, la tercera oleada en la que nos encontramos.
Las autoridades estatales, desde hace unos tres meses determinaron una disminución de las medidas de prevención y seguridad ante la precaria situación económica por la que pasa la población, al pasar al escenario A por primera vez desde que se declaró la emergencia en marzo de 2020.
Ahora, pese al alza de contagios y hospitalizaciones, el Gobierno del estado descartó reinstalar las medidas de seguridad y para la semana que inicia, seguiremos en el escenario A.
El gobernador Francisco Domínguez Servién emitió un mensaje de alerta ante el incremento de casos en Querétaro e instruyó el fortalecimiento de todas las áreas de atención y contención para enfrentar el nuevo embate del virus.
En un mensaje dirigido a las y los queretanos, anunció el despliegue de los recursos humanos y materiales necesarios para reforzar las herramientas y plataformas con las que se hace frente a la enfermedad.
El retorno a clases, la recuperación económica de ciertos sectores y la armonía social dependen de las decisiones que tomemos durante las siguientes semanas, aseguró el gobernador.
No toda la responsabilidad se le puede achacar al gobierno, ni tampoco todos los ciudadanos son irresponsables; la mayoría tiene que salir a ganarse los sagrados alimentos, a trabajar el día a día, sino la familia no vive.
Si bien es cierto que el gobierno estatal no se atreve a tomar medidas más restrictivas, y actúa de manera tibia.
También es cierto que existe irresponsabilidad de la ciudadanía que tiene los recursos para vivir y que sin conciencia del daño que hace, se la pasan en la fiesta, e igual también hay mucha irresponsabilidad de los prestadores de servicios, so pretexto de la recuperación económica, rompen con todos los protocolos de sanidad.
Basta ver las plazas públicas con grandes concentraciones, los centros comerciales, restaurantes, bares y cantinas atiborrados de gente. El transporte público es cosa aparte.
Solo las escuelas permanecen vacías.
La triste realidad es que, en Querétaro, desde hace meses, la mayoría de la población no vive, sobrevive, con o sin virus, y lo que viene es regresar al escenario C.
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