Me Lleva El Diablo 1 de julio
Ya se pago la deuda estatal, y para celebrarlo Tláloc nos dejo una semana de lluvias, dejando al descubierto que falta pagar la deuda social con los que menos tienen, más de un centenar de casas inundadas, autos ahogados en las marejadas de 5 de febrero, y los buques chinos llamados Qrobús haciendo olas y agua por todos lados.
Ahora que en queretarín -o la metrópoli que dicen que somos- nos llueve sobre mojado y nos quedamos varados en medio de lagunas,- encharcamientos dicen las autoridades- hasta altas horas de la madrugada en cualquier lugar, viene a cuento este medio scat del tal Sabina, que lo mismo lo podemos materializar en un himno al clima pasional de la pareja, al clima climatológico, al clima de malestar de la sociedad queretana que ahoga sus penas en agua para todos, según la Comisión Estatal del Agua, CEA.
Se anuncia entre los dos tiempo inestable
asoman a tus ojos las tormentas,
por la noche es probable
que el viento sea variable,
que me quieras… y luego te arrepientas.
Si nos ahogamos en agua para festinar el pago de la deuda estatal, nos podemos ahogar en la profundidad de lo romántico, de lo bohemio. Esta canción lúdica como ella sola, es referencia obligada para los paladeadores de los placeres bohemios que tienen sentido del humor, para quienes entendemos que tiene palabras, frases sabineras, sin trampas, como la naturaleza; es que en esta rola cada palabra encuentra el adecuado clima vocal, el adecuado tiempo de la mujer o de la nocturnidad.
La isobaras ven hielo en tus venas
y en tu pañuelo un mar que se sofoca
y auguran las antenas
que harán falta cadenas
para subir al puerto de tu boca.
Besarte es desatar un huracán
que suba en el termómetro el mercurio,
algunas nieves dan
calor cuando se van
fundiendo entre el desierto y el diluvio.
Nada que ver con ese Querétaro bajo el agua, pero igual nos vemos indefensos ante ellas cuando se convierten en huracanes, con o sin drenes sentimentales ante las tormentas pasionales. Del disco Vinagre y Rosas, Parte meteorológico es un diluvio de humor y certezas, como el que cayó en Querétaro toda esta semana, pero aquí Joaquín va más allá del lamento y la amenaza de un huracán o ciclón, ante quienes nos vemos indefensos el vendaval sin rumbo, como diría el bigote que canta.
A, E, I, O, U
a mi boda fueron todas menos tú.
Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si
marejada ni contigo ni sin ti.
Lo malo es que después la gota fría
se instala entre mis huesos y los tuyos,
corrige mi alegría
la noche de aquel día
que me condena al páramo y al trullo.
La hondura de las emociones que nos produce cada frase, cada verso, cada tonada, nos inunda de emoción, nos sumerge en un mar de sano pesimismo ante el clima que nos espera; esta canción es un océano abarca todos los estados de ánimo de la vida.
Caerá un rayo en mi torre de Babel,
arrasarán las plagas y la hambruna,
vendrán lunas de hiel,
a devastar mi piel
si el desamor no encuentra su vacuna.
Dicen que en Querétaro hacen falta drenes para contener la tormenta con todo rayos truenos y centellas, pero parece que es mejor aprender al abecedario de la prevención, y no de la corrección, desde la a,e i,o, u; esta canción nos parece – igual que lo que sucede en la zona metropolitana- una comedia en donde desaparecen los rangos y estamentos, pero que con su ironía nos ayuda a desactivar el miedo derivado del poder absoluto de los gobernantes, o del gobernante.
A, E, I, O, U
a mi boda fueron todas menos tú.
Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si
marejada ni contigo ni sin ti.
A, E, I, O, U
a tu vera el dulce hogar era un iglú
Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si
marejada ni conti…
marejada ni conmi…
marejada ni contigo ni sin ti.
Aquí a Joaquín el mar se le hace chico para un buche de agua – igual que a los queretanos- nos habla del tiempo para no ahogarnos en un vaso de agua, mejor de wiski; salió en 2009 para conectarnos en línea directa con las emociones.
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