Me Lleva El Diablo 24 de mayo

Entramos en la recta final de las campañas, y ente último tramo la tendencia que hay en la entidad es más fácil que se consolide, a que cambie.

Al menos eso es lo que la experiencia en pasada elecciones se ha dado, aunque esta es una elección atípica, la más grande en el país, pero en la entidad es la misma que hace 6 años, se juegan los mismos puestos de elección popular.

En dos semanas, con el voto del 6 de junio se llega al clímax de un proceso electoral que nació y se desarrolló en un ambiente polarizado, crispado y con un árbitro electoral descalificado, cuestionado por su incapacidad de promover el voto, por el fracaso de los “debates”, esperando que den el ancho el día de la votación dado que se pueden dar brotes de violencia, como la que sucedió en La Valla, San Juan del Río.

En el proceso electoral, en el que está en juego no solo el gobierno estatal, sino el proyecto nacional, los partidos y actores políticos se han mostrado incompetentes.

No han emitido mensajes contundentes sobre lo que harán sus candidatos para aliviar las demandas más sentidas de los queretanos: seguridad, empleo y acceso a los servicios de salud y medicamentos.

Los partidos están en crisis, no hay solidez ni cohesión, por ejemplo, en Morena Querétaro traicionaron a la militancia para asignar candidaturas bajo cuotas de compromiso o camarillas. Los ciudadanos ya no les creen.

La oposición compite contra un partido -PAN- que no tiene a los mejores candidatos, pero sí a un grupo solido que lo controla y que se encuentra en campaña permanente desde hace tres años.

Estamos a tan sólo un par de semanas de las elecciones, y la lluvia de declinaciones de candidatos a favor de sus contrincantes no para. Es el pan de cada día, el anuncio de deserciones de un partido para sumarse, al contrario.

El 6 de junio se elegirá nuevo gobernador, el partido en el gobierno, el PAN, parece que refrendará esa posición, si es que la tendencia que se ha generado se consolida.

Diferente situación pasa en las elecciones de Ayuntamientos y diputados locales y federales, donde, sin lugar a duda, se darán las sorpresas.

Aunque el PAN parece solido en Corregidora no porque tenga a un buen candidato, sino porque no hay ni tiene oposición, así que a pesar de la mediocridad del candidato va adelante; en El Marqués todo indica que apretadamente refrenda Vega Carriles, y en Querétaro, si las encuestas no mienten, deberá de ganar Luis Bernardo Nava, aunque será una elección muy cerrada

En San Juan del Río es de pronóstico reservado entre PRI y PAN, igual en lo relacionado con la diputación federal, en ambos casos en el PRI hay la confianza en que se ganara.

Solo son algunas muestras, pero igual de indefinido esta en Huimilpan,  en Amealco, por mencionar otros casos.

La incertidumbre ronda en el blanquiazul, porque en la campaña en calle se han encontrado con cierto descontento de la ciudadanía, pero para su fortuna, para los candidatos reciclados, parece que ese descontento no es tanto como para inclinarse por Morena o para el PRI, que han decepcionado con sus campañas de muy bajo perfil y menor propuesta, por lo que algunos chiquipartidos pueden dar el campanazo

Y es la misma incertidumbre que azota a Morena en el ámbito nacional y se refleja en la entidad, porque hace 6 meses Morena se habría alzado con el triunfo en al menos 13 de las 15 gubernaturas que estarán en juego.

Hoy, por paradójico que parezca, las huestes de Andrés Manuel López Obrador no tienen certeza de alzarse con la victoria en más de cinco estados.

Pero igual esta la oposición que —en alianza o individualmente— solamente tiene cierta certeza de ganar en tres o cuatro estados. Entre ellos, repito, Querétaro.

Pero la decisión la tiene la ciudadanía que ya aprendió a no dar pistas de cómo o por quién van a votar, y desorientan con sus respuestas a las casas encuestadoras.

Pero la realidad es que para cambiar la tendencia que hay en el estado tendría que pasar algo extraordinario, como que, desde Palacio Nacional, o de la Fiscalía General de la República, o de la UIF, o de la FEPADE, soltaran alguna bomba, aunque sea mediática para levantar la campaña de Morena.

Y aunque dudamos que eso suceda, todo puede ser posible en esta elección que tienen características que la hacen distinta a las anteriores.

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