Represión, intimidación, acoso laboral fueron algunas de las anomalías que se viven al interior de la DDHQ, así lo expresaron personas que integran este organismo y que hicieron circular su demanda a través de los correos institucionales, inclusive informando de esta situación a la CNDH. A pesar de solicitar anonimato, en el documento expresaron que cada uno de los hechos o aseveraciones denunciadas pueden constatarse, por lo que pidieron no restar credibilidad a sus voces que buscan ser escuchadas.
Ahora resulta que un grupo de empleadas de la defensoría acusan a MÓNICA “N” quien está al frente de una de las áreas de investigación internas, de agredir a varias de las trabajadoras, sin que se tomen cartas en el asunto. Acusan que ello ha provocado que en un breve lapso de tiempo, unas 15 personas hayan dejado sus trabajos por esa actitud de prepotencia en su contra.
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