Me Lleva El Diablo 25 de febrero
Vivimos tiempos tan extraños que, durante la última semana, la atención informativa sobre las elecciones en Querétaro ha estado más centrada en los presuntos perdedores que en los previsibles ganadores.
El lema que ha impulsado Morena rumbo a las elecciones de este año es: “con unidad y movilización, vamos a lograr que siga la cuarta transformación”
Pero lodo indica qué a los que mandan en Morena no les termina de caer el veinte.
Sin unidad y sin movilización Morena no va a ganar, por lo menos no todo lo puede ganar en este momento, y que necesita para consolidar su proyecto en Querétaro.
Súmele que Maximiliano García ya se siente candidato a la presidencia municipal de Querétaro, a tal grado que desde el CEN de Morena le han mandado montar ya su oficina, hasta jefa de prensa le pusieron.
Todavía no concluye el proceso de selección de sus candidaturas a presidentes municipales y a diputados locales y ya hay las divisiones, las fracturas, los resentimientos, las decepciones.
Y no tanto por las designaciones en sí, no, sino por la forma en que se realizan.
Un priista fue quien lo dijo, para no olvidar la frase célebre de Jesús Reyes Heroles: “en política, la forma es fondo”.
No es posible que lleven a cabo un proceso de designación sin haber tejido fino, cabildeado, convocado a los principales actores para las diputaciones o alcaldías., que los rumores pesen más que las verdades.
Con lo que pasa en Morena, sea candidato a la alcaldía de Querétaro Maximiliano García, Rosa María Córdova o Paloma Arce, los que se frotan las manos, ante el relajo que se traen con las encuestas de Morena, son sus contrincantes, los precandidatos del PAN, PRD, PRI, que pagan por difundir los pleitos internos de los y las morenas, que ven al rival a vencer derrotarse así mismo.
Pero a pesar de que mientras en Morena se divide, en los demás partidos no suman, ya llegaron a su techo electoral y es más fácil que vengan a la baja a que suban.
La dirigencia morenista nacional debería enviar a alguien que logré articular y sumar a lodos los equipos, grandes y pequeños, militantes y simpatizantes, y no mostrar su peor lado: el autoritario y faccioso al apoyar desde ya a Maximiliano poniéndole hasta jefa de prensa.
Morena necesita un gran acuerdo, que incluya a todos, y ese pacto lo tienen que hacer Morena Querétaro, no el CEN morenista.
Pero a Morena Querétaro la política no se les da, lo suyo lo suyo es la confrontación.
Veremos si le dan la importancia que merece hacer un pacto interno, un gran acuerdo o de una vez le endosan el triunfa a sus contrincantes.
Deja una respuesta