El Verde, Astudillo: ¿fiel de la balanza política o judas y mercenario de la democracia?

Me Lleva El Diablo 040724

Mientras todas las miradas están puestas en ver quién es la primera fuerza política en el estado, la mayoría en el Congreso local, de las elecciones del 2 de junio resultó otro gran ganador: el Partido Verde, una agrupación – ¿mafia? – coaligada con el ahora partidazo Morena, será la tercera fuerza política del Congreso y que, a pesar de su nombre, está alejada del ecologismo y es más una organización de ingeniería electoral y pactos políticos.

Para unos, el Verde es el partido que regala más camisetas y mochilas. Para otros, el que ayuda a ganar elecciones. Para algunos es el más exitoso ejemplo de una maquinaria electoral sin escrúpulos y marcada por los escándalos. Para los ecologistas, un engaño.

En resumen: El Partido Verde es todo menos verde, solo secuestró la marca ecologista.

En Querétaro Ricardo Astudillo Suárez ha encabezado la dirigencia del partido Verde Ecologista en el estado desde 2008, es decir, ha estado al frente por 15 años.

Ave de tempestades, el Partido Verde ha estado involucrado en varias controversias políticas en Querétaro, eso para algunos, para otro son trinquetes los que hace, y no pocos han denunciado que han sufrido la traición, pero no solo en la entidad, esa actitud es una constante de ese partido en todo México.

El PVEM, o su dirigente estatal que sigue la línea nacional, ha sido conocido por su chipilineo político, o pomposamente dirán sus aduladores por su visión política: alianzas con el partido que esta mejor posicionado, en este año con Morena, en el pasado con el PAN y antes con el PRI, para asegurar su supervivencia y relevancia.

Una de las críticas más frecuentes hacia el PVEM es su tendencia a obtener beneficios desproporcionados de estas alianzas.

Le han resultado, y en estas elecciones ha sido el gran beneficiado hasta convertirse en la tercera fuerza política en ella Legislatura Local, a pesar de que obtuvo en lo individual menos votos que el PRI.

Gracias a su alianza con Morena, en algunas candidaturas, el Partido Verde Ecologista de México sigue creciendo, pues en las votaciones para Diputados Federales en Querétaro obtuvo el 6.28 por ciento y en las Diputaciones Locales el 6.12 por ciento mientras que para la Presidencia del República el PVEM en la entidad obtuvo el 6.25 por ciento.

Solos como Verde sacaron 74,890 de 1,172,909 votos emitidos en todo el estado, nada comparado con lo que les aporta Morena, tan solo en la elección donde resulto ganador Ricardo Astudillo, diputado federal electo con la alianza sacó 82 mil 813 votos.

82 mil 813 votos que le dio Morena en el distrito 2, muchos más que los que saco el Verde en todo el estado: 74, 890 votos, que son menos de los que sacó el PRI con 83 mil.

Con su votación, y con los votos de Morena el Partido Verde Ecologista de México se lleva 3 diputaciones locales, 2 de mayoría y una plurinominal, y 2 Ayuntamientos, Tolimán y San Joaquín, aunque perdieron Huimilpan que estaba, o sigue aún hasta el 1 de octubre, en sus manos.

Obvio es que son votos de Morena, y Astudillo solo tuvo que ponerse el chaleco guinda para hacer campaña, casi nunca se vistió de verde, sabía que la única oportunidad de ganar era con el color guinda, y aprovecho la ocasión.

Un gran negocio para Ricardo Astudillo es, o fue, la alianza con Morena, de donde se colgó no para elevar su votación, que como ya vimos es solo del 6.3 por ciento, eso es lo que vale el PVEM en la entidad.

La alianza la realizó no para aportar a Morena, sino para ganar posiciones y desde ahí convertirse en el partido bisagra, que igual se va a ir con el PAN que con Morena, según pinte la oportunidad.

Los corifeos que aplauden al Verde se regodean al decir que “Ricardo Astudillo -astutito le dicen al oído- siempre cae parado”, hay qué ver las maromas que se tiene que dar para estar en donde se encuentra ahora: como el fiel de la balanza en el nuevo mapa político estatal.

Ahora bien, para Morena el Verde en la entidad no representó aportación algún, no aporto para elevar su votación, un ejemplo local es Arturo Maximiliano García, diputado electo por el 3 distrito local, ganó porque venia de Morena, pero fue registrado por el Verde, entonces los votos que obtuvo por Morena beneficiaron al Verde.

Igual pueden decir que la gente voto por Max y no por Morena, lo cierto es que el ganador es el Verde.

El Verde en el Congreso Local se convierte en el poder tras el trono, con tres diputados sus votos le dan la mayoría ya sea al PAN o a Morena.

Ahora imagine que se juntan el Verde con sus tres diputados, PT con dos, el PRI con 2 y MC con 1, 8 votos que pueden poner en jaque a los dos partidos que se pelean el control del Poder Legislativo.

Ricardo Astudillo sabe lo que tiene, y se va a poner caro, se va a cotizar, ahora tiene un baluarte en Max García al que va a hacer coordinador de la bancada y lo pondrá en la Junta de Coordinación Política.

Vamos a ver cuánto tiempo dura esa alianza, ese pacto, ambos Max y Astudillo pueden ser el correo con el gobernador del estado, claro que ese puesto de correo del gober se lo tiene que pelear con Sinhue Piedragil, el morenista que lleva mano para coordinar a su partido, y que tiene fama de ser aliado del ejecutivo estatal.

El Verde tiene dos opciones: se puede convertir en la entidad en el partido que le de una legitimidad al cogobernar si se mantiene leal a Morena a quien le debe lo que es ahora, puede ser el gran fiel de la balanza democrática, o puede ser el mercenario y judas que destruya la oportunidad de la transformación – de la 4 transformación-en Querétaro.

Usted a qué le apuesta.

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