Neon

Luz Neón

Manuel Basaldúa Hernández

 

¿Cuántos kilómetros de cable cree usted que existen a lo largo y ancho de la ciudad? Los cables hasta ahora, ha sido necesarios para hacer llevadera nuestra vida cotidiana. Primero fueron importantes los cables que transportaban la energía eléctrica desde las plantas hidroeléctricas hasta los centros urbanos, y los mexicanos sin hacer exclamación de orgullo de forma evidente si se creían eso de que la CFE era una compañía que apoyaba “el progreso de México”. El logo estaba diseñado con dos grandes torres y las unían gruesos cables.

De acuerdo a la información institucional, en 1960 la electrificación en el país era del 44%, para el año 2000 ya alcanzaba la cifra del 94.70%, y de acuerdo a su numeraria, su red de transmisión con cables media casi 615 mil kilómetros, y para que tenga una idea eso alcanzaba a darles unas 15 vueltas completas a la tierra. Pues bien, para 2022 la longitud del cableado de la CFE ya era de casi 83 mil kilómetros de longitud. Imagine usted unas 21 vueltas a la tierra con el cableado.

Si el espacio inmediato aéreo era ocupado por los cables de alta tensión y sus subestaciones, súmenle los kilómetros de longitud que Teléfonos de México empezó a utilizar para tener comunicada a la población a través de los teléfonos analógicos. Después esta misma empresa empezó a agregar mas cable para extender su red de fibra óptica. Luego vino la modernidad de la televisión y la competencia para Teléfonos de México.

La presencia de compañías de cable para la televisión duplico la extensión del cableado. Pero la intensa urbanización en las ciudades y la demanda de servicios de esta naturaleza disparo la demanda de aparatos y su consecuente cableado. Las luminarias necesarias para las calles, avenidas y carreteras se sumo a la cantidad de cables.

Ahora no era solamente la extensión, sino las toneladas de cables de todo tipo y composición de polímeros y metales ya son parte del paisaje urbano, porque en México no hay un diseño ni inversión para hacer ese cableado subtérraneo.

El problema no radica solamente en la presencia de estos cordones de grandes extensiones, sino lo que impiden que crezca o exista. Debajo de los cables, se encuentran miles de arboles que son podados o cortados de fea manera, para evitar el daño a los cables. Como resultado, vemos troncos maltrechos y con pocas ramas que los sentencian a una vida inútil debido a que no cumplen una función adecuada para aminorar la temperatura en las planchas de asfalto. No producen suficiente oxigeno y no consumen suficiente bióxido de carbono. Como consecuencia, tampoco ayudan esos arboles maltrechos a que llueva lo suficiente (ni de mas ni de menos) en las ciudades y sus alrededores. Como tampoco ayuda disminuir el calentamiento global ni a defendernos de los rayos ultravioleta.

Es inexplicable que los urbanistas sean tan obtusos y que ofrezcan diseños inadecuados para las ciudades modernas.

Querétaro es la muestra de esta mala hiper urbanización. El Día Cero para quedarnos sin agua se esta mas próximo, y con estas medidas se acelera su llegada. Quienes son responsables de las políticas publicas sobre ordenamiento territorial y urbano, especialmente los de la flora y de la existencia de los arboles en la ciudad en la zona metropolitana, o son omisos en este caso, o son unos irresponsables. Los cables no dan oxigeno.

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