Luz Neón
Manuel Basaldúa Hernández
Los sonidos ambientales con los que convive la mayoría de las personas están directamente relacionadas a los sonidos urbanos y muy poco a los sonidos de las áreas rurales o de la naturaleza.
La mayoría de la población está acostumbrada a los ruidos que producen los autos, las motocicletas, las sirenas de ambulancias o patrullas, la música a alto volumen de las bocinas de los vecinos o autos que transitan, a los cláxones de los autos, a los gritos de la gente, los altavoces con anuncios de la camioneta del gas, del camión del agua, de la camioneta de los que compran colchones o algo de fierro viejo que vendan, los tamales oaxaqueños, o el pitido del carrito de los camotes, la tele prendida en la casa, el sonido de la música del cuarto de los adolescentes, entre otros tanto ruidos más que se generan en la urbe y otros tantos perifoneos que han sido documentados por la etnografía de las ciudades.
También hay que incluir los sonidos que recibe cada persona de forma exclusiva en sus audífonos al estar conectada a sus teléfonos móviles, a sus computadoras o aparatos digitales y que van directamente a sus oídos, sonidos apartados de los ambientales pero similares en altos decibeles y ruidos cromáticos que los de afuera.
Esto tiene consecuencias en la apreciación musical y el gusto por percibir auditivamente las creaciones artísticas de estos tiempos actuales. En el universo de la composición de los autores e interpretaciones de los músicos clásicos la apreciación ha ido cambiando paulatinamente sin estar conscientes de ello, y ahora los gustos son de una gama más amplia y podríamos decir que casi infinita. Este tipo de argumentos y explicaciones han sido y serán vertidas en las conferencias que imparte el Mtro. Diego Balderas Chacón, en un circuito a nivel nacional.
En esta serie de conferencias “Contemplaciones sonoras S. XX y S.XXI” una de las cuales se realizó y llevó a cabo en noviembre del 2023 en Conservatorio de Música de Querétaro, Balderas Chacón se refirió a lo atonal de la música contemporánea, y que surge como una alternativa y nueva propuesta a la música de los clásicos, pero enmarcada en la composición formal y educada. La conferencia no bastó para ejemplificar esta teoría, sino que la acompaño, y acompaña, de varios ejemplos vertidos en su platica, y que pone como dossier musical una serie de interpretaciones originales.
En el concierto incluye en el programa obras de Jonathan Figueroa, de Carlos G. Hernández Canales, y de Alejandro Velázquez Peralta así como de Gabriela Maravilla. Esta última, una joven vivaz, aunque con semblante sereno y personalidad discreta, ha acudido a las interpretaciones en vivo de los conciertos de Diego Balderas, y eso le da un marco emotivo y distintivo a estas actividades de divulgación.
La oralidad en las conferencias y la ejecución de las piezas de los conciertos crean un marco de referencia básico en la divulgación de elementos con toques minimalistas, pero de exploraciones musicales y acústicos que permiten explicar adecuadamente el mundo atonal del que habla y ejecuta Diego Balderas.
Después de esta experiencia explicativa e interpretativa, la música contemporánea cobra otro significado.
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