El Capitolio se ha blindado durante el segundo ‘impeachment’ del presidente. Los principales medios de comunicación recogen imágenes de los miembros de la Guardia Nacional de Estados Unidos durmiendo en el suelo de los pasillos del Capitoliotan solo una semana después del violento asalto al edificio perpetrado por parte de los seguidores del presidente Donald Trump y poco antes de la toma de posesión del presidente electo Joe Biden.
El país está en máxima alerta ante la posibilidad de que se produzcan nuevas protestas violentas de los seguidores del presidente antes de la investidura de Joe Biden, un escenario del que ha advertido el FBI en un circular enviada al Congreso. También ha tenido que mover ficha el Estado Mayor del Ejército para recordar a sus cuadros que se deben a la Constitución, una señal de las tensiones que ha creado entre la tropa la lucha de poder que se vive en el país.
Las fuerzas del orden son uno de los núcleos duros del trumpismo y algunos exmilitares estuvieron en primera línea del asalto al Capitolio. “Cualquier intento de perturbar el proceso constitucional no solo va contra nuestras tradiciones, valores y juramentos. Es también una violación de la ley”, escribieron en una carta conjunta los ocho generales al frente del Pentágono.
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