A diferencia de los glucómetros convencionales, el dispositivo podría ser usado a modo de accesorio, como una pulsera; y, en vez de utilizar un lector separado, enviaría los datos del paciente directo a su teléfono celular.
A través del Fondo de Proyectos Especiales de Rectoría (FOPER) 2022 de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), la estudiante de la Maestría en Ciencias línea terminal en Nanotecnología, Ing. Ariadna Yaneli Reséndiz Jaramillo, trabaja en un biosensor capaz de medir los niveles de glucosa a través del sudor y monitorear los valores desde un dispositivo móvil.
Esta iniciativa, en fase de desarrollo, se lleva a cabo en el Laboratorio de Micro y Nano Fluídica, a cargo de la Facultad de Ingeniería (FI) en campus Aeropuerto; cuenta con la asesoría del Dr. Ricardo Antonio Escalona Villalpando.
El sensor consta de tres partes: la primera es un parche dérmico que es la fase uno de la medición de la glucosa, pues es el que tiene contacto directo con la piel del paciente; la segunda es un transductor ergonómico que ayuda a convertir las señales biológicas (en este caso la lectura de glucosa en el sudor) en electrónicas, para convertirlas en lenguaje computacional; y tercera, cuando el procesador se encarga de enviar la información recopilada a una aplicación en el dispositivo móvil de la persona.
A diferencia de los glucómetros convencionales, el dispositivo podría ser usado a modo de accesorio, como una pulsera; y, en vez de utilizar un lector separado, enviaría los datos del paciente directo a su teléfono celular. Además, el biosensor reduciría la invasión en el proceso de glucometría, ya que tradicionalmente se requiere de la extracción de sangre para la cuantificación, mientras que con esta innovación solo sería necesaria una pequeña cantidad de sudor.
“Esta herramienta será de gran utilidad para combatir el problema de la diabetes en México; nuestro país se ha colocado como uno de los diez a nivel mundial con más casos diagnosticados en los últimos tres años. Este parche constituye un buen ejemplo de lo que se conoce como “ciencia de frontera”, aquella que pretende ser aplicada para solucionar desafíos fuera de los laboratorios”, agregó.
Además de la cuantificación de la glucosa, la tecnología desarrollada por la Ing. Ariadna Reséndiz podría extenderse a la medición de otras sustancias como la urea y el potasio, por mencionar algunas, así como al tratamiento de otras enfermedades además de la diabetes.
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