Si hay un perfil político en Querétaro que sea cercano a Xóchitl Gálvez es el de Lupita Murguía. Entre ellas existe no solo afinidad y amistad de años atrás, sino coincidencias en su visión política y acciones tangibles en favor de las mujeres.
Amigas y compañeras en el Senado de la República, en el pasado mes de marzo, antes de que se diera todo este movimiento inesperado de la “Xóchitl-Manía”, los “Xóchitl-lovers” y el posicionamiento nacional de Gálvez, Lupita coincidió como oradora con la hoy carta más firme de la oposición a ser la próxima candidata de la Presidencia de México en el evento “Es Tiempo de las Mujeres”.
Ahí, en un encuentro repleto y con la presencia de la plana mayor del panismo queretano, Xóchitl y Lupita coincidieron en que México merece estar mejor, que nuestro país es mucho más que la división y que sin duda para lograrlo el papel de la mujer sería clave e indispensable.
4 meses después, Xóchitl se ha convertido en el perfil que esperaba el frente de oposición y que ha volteado de cabeza a Morena, pues es increíble que desde Palacio Nacional todos los días hablando de ella y denostándola, sean los principales promotores y orquestadores de su eventual candidatura.
En lo local, Lupita sigue construyendo el camino al que aspira con los cimientos más sólidos que pueden existir: trabajo y resultados. La carta de presentación que todos los días la secretaria de gobierno muestra desde la no fácil tarea de la garantizar la gobernabilidad en Querétaro.
A falta de pocos meses para que todo se defina, el PAN tiene en Xóchitl y Lupita a dos mujeres con trayectoria propia, a quienes nadie les ha regalado nada; dos mujeres que suman y dan certidumbre a la gobernabilidad.
Ellas no comen ansias ni sudan calenturas ajenas, saben que el tiempo de las mujeres llegó y están listas para lo que seguramente vendrá…
Deja una respuesta