Acaso
Como atento no más a mi quimera
no reparaba en torno mío, un día
me sorprendió la fértil primavera
que en todo el ancho campo sonreía.
Brotaban verdes hojas
de las hinchadas yemas del ramaje,
y flores amarillas, blancas, rojas,
alegraban la mancha del paisaje.
Y era una lluvia de saetas de oro,
el sol sobre las frondas juveniles,
del amplio río en el caudal sonoro,
se miraban los álamos gentiles,
Y luego, en alas de otra ilusión,
¡todavía alcanzaré mi juventud un día!
Antonio Machado
Soneto X
Eres hija de la sal y prima del orégano,
Nadadora, tu cuerpo es de agua pura,
Cocinera, tu sangre es tierra viva
Y tus costumbres son floridas y terrestres.
Al agua van tus ojos y levantan las olas,
A la tierra tus manos y saltan las semillas,
En agua y tierra tienes propiedades profundas
Que en ti se juntan como las leyes de la greda.
Náyade, corta tu cuerpo la turquesa,
Y luego resurrecto florece en la cocina De tal modo que asumes cuanto existe
Y al fin duermes por mis brazos que te apartan
De la sombra sombría, para que tu descanses,
Legumbres, algas, hierbas: la espuma de tus sueños
Pablo Neruda
Silencio
El silencio es una fortaleza
Es arco con flecha sin sonido
Piedra de lava vuelta coraza
Donde escondo el corazón herido
El silencio es una voz de protesta
Con él mis enojos se demuestran;
El silencio, al que exige, desconcierta,
Los ojos miran y no se encuentran
El silencio es refugio de la soledad
De mi soledad que es Luna y es Desierto
Espíritu sin rumbo en el espacio muerto.
Escucha mi silencio, escúchalo por piedad
¿Verdad que no sabes llegar a mí puerto?
Espérame paciente ¡el silencio es libertad!
Carlos Ricalde
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